lunes, 11 de octubre de 2021

Me preguntan

Antonio Montoya H.
Por Antonio Montoya H.*

Muchas personas en la ciudad de Medellín me preguntan que quién será el candidato adecuado para ocupar la alcaldía de Medellín, en el próximo periodo de elecciones normales, año 2023, o quién sería el adecuado si se logran las firmas y se llama a elecciones para definir si se revoca el actual alcalde o no. Yo le expresé a varios, muy seguro, que, como dice el adagio popular “cada día trae su afán”, habrá que esperar a ver qué sucede en los próximos días, porque los acontecimientos nos pueden llevar rápidamente a un cambio de rumbo en Medellín, lo cual sería el escenario ideal o de lo contrario tendremos que esperar dos años más y eso sí seria el acabose: atraso, despilfarro, desempleo, cierre de empresas, caos administrativo, riesgos empresariales en Telemedellín, Jardín Botánico, EPM, ruta N, cambios constantes de los funcionarios y muchas amenazas más.

En fin, todos los sucesos nefastos que están llevando a que la ciudad no sea la tacita de plata que tanto nos orgulleció se incrementarían en ese lapso y la recuperación tardaría unos diez años, por cuanto es muy fácil y rápido destruir y muy larga la recuperación. Si no, vean ustedes lo que ocurre en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y lo que está sucediendo en Argentina y Perú, que con malos gobiernos tardarán muchas generaciones en volver por la senda correcta.

Por ello me quedé reflexionando sobre el tema y creo que es necesario que, desde ya, empecemos todos los ciudadanos a reflexionar sobre quién sería la persona adecuada, sea hombre o mujer, para dirigir a Medellín por la senda de desarrollo, la unidad y la recuperación de los valores y principios que han regido a los antioqueños durante muchos años, obviamente que en quien confiemos practique claramente esos valores.

Sin duda alguna es necesario plantear que el perfil del gobernante debe incluir que sea una persona que quiera Antioquia, que conozca sus necesidades, que entienda que su trabajo será en función del interés general y no del personal, que sea un líder que dirija la transformación social, económica y social que requiere la ciudad, que genere confianza y respetabilidad, que aglutine y no disperse, que comparta el amor y cariño por Medellín, la familia y los valores.

Creo entender que Medellín, no quiere un político de carrera para que la gobierne, si se requiere un hombre que entienda que la política tiene como fin único el mejoramiento de las condiciones de vida de quienes la habitan, sin exclusión alguna. Se requiere un gran gerente que administre con pulcritud y trasparencia los destinos de la ciudad, que crea que el orden y la disciplina es lo primero.

Pasa por mi mente el nombre de varios y valiosos profesionales que podrían ser exitosos y dirigir los destinos de la ciudad de una manera sobresaliente, porque ellos no caen en la demagogia, saben y entienden que una ciudad es pujante cuando se crean las bases suficientes para soportar el crecimiento lo cual se logra con estructura, planeación, constancia y acompañado de profesionales idóneos, conocedores de sus responsabilidades.

No me atrevo a mencionar sus nombres porque mal haría comprometiéndolos a opinar sobre este asunto. Ellos en consultas privadas podrán definir si en un momento determinado consideran viables su postulación para dirigir los destinos de la ciudad. De lo que sí estoy seguro es de que Medellín tiene que cambiar y evitar que la intromisión de personas y jefes de partidos políticos ajenos a la ciudad impongan los gobernantes.

Medellín, se dirige por ciudadanos que la quieran, la respeten y conserven sus tradiciones. No se les olvide que si Medellín cae en garras del populismo. por ahí mismo se va el resto del país.