Por Antonio Montoya H.
El
Pensamiento al Aire, desde su constitución como
medio de expresión de pensamiento, de ideas, libre, respetuoso, defensor del
sistema democrático, de la verdad, la justicia, la equidad, el equilibrio
social y de la veracidad de su información, no ha permitido que se falseen
noticias, se acuse sin razones válidas a alguien, aun no compartiendo las ideas
de ese personaje. Por ende, nos hemos ido ganando el respeto, el cariño y la
lealtad por querer construir país sustentados en la verdad, tolerando al
contradictor e invitando al contrario a que nos escuche para lograr convencerlo
de nuestra verdad y nuestro proyecto, que no es otro que el de mostrar que se
puede informar, pensar, disentir y conversar desde la diferencia, manteniendo
la democracia como sistema de gobierno.
Es importante contarles que hacen parte del pensamiento
al aire once (11) columnistas que expresan sus ideas, sus inquietudes y planteamientos
para avanzar por el sendero del desarrollo exponiendo sus ideas con diversos puntos
de vista y pensamiento, ya sea liberal, conservador, de centro o de derecha. Nunca
hemos violado nuestro decálogo de comportamiento porque creemos que poder decir
nuestros pensamientos es la forma de crecer en libertad.
Por todo eso, hoy, a diez (10) meses de elegir
presidente de la República para un periodo de cuatro años (2022 -2026), creemos
necesario, conducente y prudente, plantear nuestros pensamientos, aunque no son
uniformes, pero sí democráticos, y lo haremos con vehemencia, fuerza y
coherencia. Debatiremos las opiniones a aquellos que creen que con la demagogia
y el populismo tomaran las riendas de nuestra nación.
Son mas de veinticinco candidatos que
consideran tener opción para obtener los votos suficientes para llegar a la
máxima representación del país que es la presidencia de nuestra Colombia, creyendo
que tienen el favor ciudadano. Veremos intensos debates, agresiones, ofensas,
acusaciones, descalificaciones, en fin, todo lo que normalmente observamos en
las campañas políticas, que son más escenarios de guerra que de debate de
ideas, pero allí, con esas dificultades en medio de las pasiones encendidas
debemos ser los ciudadanos razonables, cuidadosos, estudiosos de los programas
de los candidatos, de quienes los acompañan, sus ideas, comportamientos,
historia y cualidades que permitan que lleguemos a la convicción seria y precisa
que encarnan los ideales que requerimos para construir, mejorar desarrollar nuestro
país.
No piensen y crean que falta mucho, no señores,
llegó la hora de organizarnos, de definir el país que queremos para nosotros y
nuestros descendientes. No es el tiempo de pasar de agache, es el momento de
salir a las calles, expresar nuestras ideas, propiciar el encuentro fraterno,
de ayudar al más débil, de generar empleo, condiciones de salud mejores (las
colombianas no son malas), pero, sobre todo, es necesario que tengamos orden y
disciplina, sin ellos no hay salida.
Ese cuento de que el que quiera marche cuando
quiera, bloquee las vías, tire piedra, destruya los edificios, los negocios,
paralicen la economía, e irrespete al semejante no es válido, ni admisible, ni
aceptable; la democracia, no es eso, no la entienden, no la conocen,
porque ella (la democracia) lleva implícita el respeto por la ley, su
obediencia y acatamiento.
Es bueno que entendamos que los movimientos políticos
de izquierda, desde ya iniciaron su conformación de listas para el Congreso, y
las quieren cerradas, pretendiendo con ello que no se dispersen los candidatos
y se conviertan individualmente en empresa electorales. Entiendan que quieren
obtener muchas curules para dificultar el manejo del Congreso en el caso de no
llegar a la presidencia, y es bueno decirles a ustedes que no he visto un solo
hombre de izquierda generando empleo, más bien lo destruyen, y dicen que son
los otros para así acabar con el establecimiento.
Por último, para no extenderme, solo quiero
decirles que al inicio mencioné que por lo menos 25 candidatos aspiran a la
presidencia, y de todos ellos yo veo que hay cuatro (4) grupos importantes: uno
que es liderado por Eduardo Verano de la Rosa, Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa, Luis Pérez Gutiérrez, Dilian
Francisco Toro y Alejandro Char; otro de Gustavo Petro, el solo, el
único, el inmejorable; otro, por una persona que hace parte del Centro Democrático,
que al día de hoy me llama la atención, que es María Fernanda Cabal, que le
gusta el orden, disciplina y respeto por la ley; también esta Rafael Nieto, Óscar
Iván Zuluaga y además aspiran otros de menor trascendencia que no demerito, pero
no estarán en juego al final del cuento. No podemos olvidar a Sergio Fajardo y
a Jorge Robledo de la Coalición de la Esperanza, que tienen importantes seguidores.
En síntesis, aunque el panorama no es claro, la democracia debe subsistir y evitar caer en el populismo y la demagogia; que no nos pase lo que sucede en Medellín con el alcalde, prometió lealtad y no cumplió.