Por Antonio Montoya H.*
Cuba,
Nicaragua, Argentina, Bolivia, Venezuela, Perú, Haití,
son países de centro América y
Suramérica, que tienen serias dificultades de gobierno. Todos ellos,
gobernados por la izquierda desde hace varios años, enfrentan serios problemas
económicos, no generan empresas, no hay economía agraria, sufren los estragos
de la pandemia, los ciudadanos aguantan hambre, miseria, y tienen poca salud y
bienestar. Eso es lo que pretenden que ocurra en Colombia y Perú; Ecuador se salvó temporalmente de caer nuevamente
en manos de la izquierda que acabó con la riqueza de ese país.
No entiendo cómo y porqué un país como
Colombia, con profesionales preparados para ser generadores de desarrollo,
profesores universitarios formados en la democracia, jueces de la república que
deben hacer cumplir la ley, políticos que hacen parte de diversos grupos de
tendencia democrática, llevan al país al caos de una manera sistemática desde
hace tiempo. Se olvidan de sus ancestros que lograron darles una mejor calidad
de vida gracias al tesón, la creatividad, el trabajo diario y constante, muchos
son empresarios que luchan a diario por mantener el empleo de miles de
trabajadores colombianos, pero, es una lástima que muchos de estos que nombro
se dejan ilusionar con un sistema de gobierno diferente a la democracia. Por
ello me pregunto qué pasó, quién es el responsable de este despropósito, quién
y cómo llegamos allá, y creo que la respuesta esté en el origen en la educación
que se les dio. Fueron formados por profesores que no creen en el sistema, que
influyeron en las mentes de nuestros estudiantes para generar odio de clases,
no les enseñaron valores, principios y solo los manipularon para ir en contra
de la democracia. Sí señores, Fecode ha sido el bastión oculto de la izquierda en Colombia, desde
hace muchos años tiene la marca del comunismo, allí empezó un trabajo lento y
sostenido para lograr cambiar la mente de nuestra juventud; generaron divisiones
de clase y ahora buscan, a través de ellos, tomar el poder, para luego dejarlos
aun lado como ha ocurrido en todas las revoluciones, desde Rusia y sus pueblos
vecinos, hasta Cuba y Suramérica.
Espero que ahora estén entendiendo el horror
que se nos viene si dejamos prosperar a la izquierda que esta confabulada con
los comunistas, exguerrilleros, socialistas y demás grupos de izquierda, y si
no que miren para aquellos lugares donde el sistema no es el democrático y
analicen que ocurre allí, solo encontraremos pobreza, verdaderos dictadores,
cero empresas, y mucha dependencia del estado y una pobreza absoluta. Si eso es
lo que quieren para ellos y sus hijos pues sigan avanzando, que luego se
arrepentirán y lamentaran el poco juicio que tuvieron para construir el país.
No olviden lo que está pasando en Cuba, allí miles y miles de personas
están en las calles, desean libertad, no más atrasos después de 63 años de
gobierno castrista. Volvieron las fugas por balsa, lancha y botes, nadie quiere
vivir allí en las paupérrimas condiciones que soportan, tienen hambre, soledad,
miseria y pobreza extrema, y quieren igualdad y prosperidad. Estoy seguro de
que pronto caerá el régimen castrista, ya es tiempo, el mal no puede perdurar
generaciones y generaciones.
Miremos también a nuestro querido país vecino y
hermano, Venezuela, con el que hemos
tenido tantas luchas por la libertad y la independencia, y hoy sujeta a un
grupo de personas que detentan el poder a la fuerza con un dictador que
amedranta, encarcela a todo aquel que se le cruce en el camino. Espero que
pronto caiga el régimen y vuelvan a la democracia, a la abundancia que tuvieron
y gozaron, a generar empleo y bienestar. Maduro y sus secuaces deben salir de
Venezuela.
Nicaragua,
es otro ejemplo de otra revolución liderada por un grupo llamado sandinista,
del que hicieron parte curas revolucionarios y poetas, personas con formación
académica que tenían el ideal común que era la liberación de Nicaragua,
derrocando al dictador Somoza, y lo lograron. Pero a partir de allí, los
lideres fueron desapareciendo, los partidos que hacían parte de la coalición salieron
del país y fue quedando un solo hombre, el hoy presidente, Daniel Ortega y su
mujer, repudiados por su propia gente, que abusa de la fuerza, y tiene un país
encarcelado, en la pobreza y sin desarrollo; ese es el resultado de la revolución,
pobreza, muertes y hambre.
Haití,
ni que hablar, asesinato de su presidente, país totalmente corrupto, sin
empresas, sin crecimiento económico, analfabetismo de más del 65% de su
población, sin educación, es pues un país fallido, en el que además sus propios
compañeros se confabulan contra el presidente y se vale de comandos extranjeros
para asesinarlo; ni en su propia gente confían. No se cuál será el futuro de Haití,
pero lo veo mal, y con proyección al desastre total.
El camino de Argentina está oscuro, una inflación de mas del 50%, un
decrecimiento de su sistema agrario y en general del campo, un sistema político
que se ataca entre sí, cuando unos gobiernan los otros van a la cárcel y estos
vuelven al poder y los otros regresan a la cárcel. Si no hacen un pare y se
ponen de acuerdo con lo fundamental terminarán acabando al país mas rico de Suramérica
en los finales del siglo XX.
El panorama no es propicio para nuestros países
si agregamos a esta descripción el problema de Chile con su
constituyente y nueva constitución y el de Perú, con sus candidatos
peleando voto a voto su elección, vemos que el futuro de nuestros países está
en entredicho.
Por todo lo anterior, les pido a los
colombianos que piensen y analicen cuál es el futuro que queremos, el de la
izquierda o el de una democracia; está en nuestras manos la decisión y la
retoma del sendero del desarrollo, la equidad, justicia y solidaridad entre los
colombianos, eso sí realizando cambios sustanciales que nos den tranquilidad y
prosperidad.