martes, 15 de junio de 2021

De cara al porvenir: la política y el Twitter

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal*

Entrando en los inicios de las campañas electorales para Congreso y Presidencia del próximo año, y aún con restricciones por el covid-19, es muy posible que veamos un crecimiento notorio del empleo de redes sociales y herramientas de comunicación como Twitter y WhatsApp, entre otras varias, con todo el trasfondo de información o de desinformación que se ha evidenciado, por ejemplo, en los Estados Unidos y en menor dimensión, acá mismo.

Lo anterior, no solo por el tema de la pandemia y los diferentes tipos de encierro, lo cual afectará la manera tradicional de hacer campañas, desde la plaza hasta los debates televisivos, pasando por concentraciones y reuniones cerradas, sino, además, por el evidente crecimiento en volumen de usuarios e influencia de estas herramientas tecnológicas en los medios de comunicación.

Una reflexión profunda llevaría a reconocer que la política es razón y mediación y que la comunicación sin comunidad no es comunicación.

La política ventila ideologías, ideas, diagnósticos, críticas, propuestas y alternativas hacia los grupos de humanos que tienen intereses o se ven afectados por las decisiones que se toman con o sin su participación, estableciendo la relación representante-representados. La comunicación establece interrelaciones entre emisores y receptores, siendo tradicionalmente mayor el número de receptores, lo cual se asocia a la creación o existencia de grupos, sociedades o comunidades de humanos con los cuales se tiene una conversación, un diálogo o un discurso. Siendo así, la comunicación sin comunidad no es verdadera comunicación, entendiendo que la tecnología ha permitido establecer o simular el establecimiento de comunicaciones uno a uno, simulando individualización, enviando mensajes a direcciones personalizadas o grupales a través de correos o mensajerías masivas, pero sin preocuparse de la existencia o no de grupos organizados, de sociedades, o de comunidades.

El concepto ético entra a jugar un papel preponderante, pues la capacidad de arrastre de los mensajes en las redes es simplemente asombrosa. Decía Maquiavelo qué, para manejar a los humanos, se debería recurrir a la manipulación de las emociones, siendo las principales el miedo, el odio y la esperanza, como hemos visto, entre otras curiosidades, cuando algunos caudillos de todo el planeta y a nivel local, han manejado, manejan y quieren seguir manejando a sus pueblos una vez llegan al poder o están en el proyecto de reconquistarlo.

Las llamadas fake news, las noticias falsas, sirven y se emplean para generar desconcierto, generar zozobra, buscar reacciones primarias y manipular las reacciones calientes de los influenciados por los influencers políticos.

Las comunicaciones vía redes, despersonalizan la relación entre el oferente político y el cliente político, tanto es así que muchas veces no es el candidato, sino los empleados de los calls centers quienes, siguiendo adecuadamente los guiones preparados previamente por los asesores de los candidatos o por ellos mismos, envían en momentos del tiempo previamente calculados mensajes que se pueden convertir en virales (por su expansión y divulgación rápida), generando lo que hoy se conoce como tendencias.

Entregar un mensaje que viaja por la red a la velocidad de la luz a miles de miles de personas, puede generar un nivel de conciencia o inconciencia temporal que ayuda a crear o a destruir una idea, un acontecimiento o una persona.

Los tiempos cambian, las costumbres se modifican, la tecnología evoluciona e impacta exponencialmente, mientras en el mundo crece la iniquidad, la pobreza y la injusticia.

¿Para qué entonces nos ha servido finalmente la tecnología?

Nota final: la geopolítica del cambio climático y la orientación necesaria hacia las economías limpias ‒si no nos queremos extinguir‒, de acabar con el uso de los hidrocarburos y potenciar el consumo de energías renovables, hará que países como Colombia, cuyo uno de sus principales productos de exportación es el carbón, replantee prontamente las estrategias actuales para saber con cuáles renglones de exportación lo vamos a reemplazar.