Por John Marulanda*
No puede ser más oportuna la decisión de los ecuatorianos de negarle el
poder político a un lugarteniente del prófugo Correa, quien dejó al país en
bancarrota y polarizado. Se impuso la sensatez por sobre la mentira y el odio.
Ecuador es importante en el tablero geoestratégico, ahora que los principales
jugadores globales se alinean buscando cercar al hegemón norteamericano.
De componendas hablamos
China, el principal rival de US, se alía con Irán, el mayor chantajista
nuclear del momento y radical enemigo de USA. Beijing también se aviene con
Moscú, en una conexión estratégica que suplirá materias primas Jinping y fondos
a Putin, quien, en el entretanto, plantea en Ucrania un tipo de guerra
asimétrica, ahora mejorada con base a sus experiencias anteriores.
Para postrar a la potencia norteamericana, Latinoamérica está incluida en
esta componenda. Venezuela ya está jugada y no únicamente con el argumento
petrolero. Según Freedom House, empresas chinas encubiertas explotan oro,
coltán, cobre y otros minerales de alto valor industrial del “Arco minero del
Orinoco” venezolano y utilizan a las FARC y el ELN para asegurar el movimiento
de ese material y su salida desde pistas clandestinas en la frontera,
mayormente ubicadas en el Alto Apure en donde aviones de ataque chinos
ametrallan campamentos de las FARC. Y mientras el Partido Comunista Chino.
PCCh, hace buenas relaciones gracias a sus vacunas y a generosas donaciones de
insumos médicos, militares rusos acompañan las FANB a lo largo de toda la
frontera.
China, Rusia e Irán permanecen reunidos en Miraflores observando el
desarrollo de su estrategia en la región y por estos días deben estar
reevaluando la situación después del triunfo de Lasso, mientras toman una buena
taza de café colombiano.
Objetivo: Colombia
Porque Colombia es la ficha decisiva de esta riesgosa dinámica. Que el
próximo año el gobierno de este país caiga en manos de Petro, el Correa local, planteará
un verdadero riesgo a la seguridad de Estados Unidos, algo insoportable para el
Pentágono, que siempre ha tenido en Bogotá un fiel aliado continental.
En una lucha geopolítica presentada como de izquierda versus derecha, con
una violencia asignada al narcotráfico y con una permanente agresión verbal y
apoyo a narcogrupos armados desde Caracas, los ambiciosos competidores contra
US están está llevando a Colombia a una desestabilización que resultará
dolorosa para sus nacionales, cosa que poco importa ante los intereses
superiores de las potencias involucradas.
En 1948, Moscú y sus partidos comunistas regionales intentaron
desestabilizar y controlar a Colombia. “La Violencia” y sus sociópatas hijos, FARC,
ELN, M-19 y otros, dejaron una estela de dolor y sangre.
En 2021, Beijing y sus empresarios tienen el mismo objetivo, ahora con
inversiones, ingeniería y tecnología. El PCCh, construye el metro en la ciudad
capital, gerencia las principales explotaciones auríferas del país y ahora va
tras el carbón.
De ahí la importancia geopolítica de haberle negado el poder en el Ecuador
a otro izquierdista financiado por el ELN y que cerraría el cerco sobre
Colombia, joya de la corona en esta lucha que, repito, puede cobrar un precio
muy alto y doloroso al convertirse en teatro de choque de esos intereses
geoestratégicos. Los norteamericanos no cederán fácil ante los chinos. Claro
que siempre existe la posibilidad, debido a la interdependencia económica de
ambas potencias, que se dé una cooperación que evite o reduzca una
desestabilización general en la región. De hecho, desde enero de este año China
le está comprando más de 2.100 millones de toneladas de maíz y ha incrementado
su compra de soja en 132 mil toneladas a Estados Unidos.
Horizonte complicado
La miseria y el dolor de los venezolanos son secundarios frente a los
intereses de Washington, Beijing o Moscú. Y por supuesto frente a los objetivos
de los ayatolás de Irán. Solo los sonsos de Miraflores y los despistados,
desinformados o aviesos en Colombia, creen que manejan estos grandes vectores
político-económicos. Somos peones sacrificables y solo nos protegerá un liderazgo
consciente, fuerte y astuto, que sepa lidiar con pesos pesados.
Quedamos pendiente de los próximos resultados electorales en Perú y del
local pero muy significativo proceso revocatorio de alcaldes de Bogotá,
Medellín y otras 26 ciudades en Colombia. De lograrse este empeño, se enviaría
otro mensaje de madurez política en la región, pero, por sobre todo, de resistencia
ciudadana ante el avance de Cuba, el Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla,
Rusia y el PCCh, potencias extra continentales que progresan en Latinoamérica,
en gran parte por desatención de US.