sábado, 19 de septiembre de 2020

Progreso nacional

Andrés de Bedout Jaramillo

Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Desde hace dos semanas, no escribo, no opino, miro comportamientos de los que se consideran de izquierda y de derecha, tratando de buscar coincidencias donde se puedan encontrar, para que dentro de un inventario de temas pudiésemos empezar a trabajar como colombianos, haciendo un gran esfuerzo, para dejar a un lado los odios y lograr progreso nacional.

 

En primer lugar, es claro para todos que somos colombianos que ocupamos nuestro territorio, donde todos tenemos que caber, cumpliendo nuestras obligaciones y ejerciendo nuestros derechos en forma pacífica y lo más importante, comprometidos al máximo a decir toda la verdad, por más dolorosa que ella sea, reconociendo errores y cediendo un poco para podernos encontrar, en la búsqueda del progreso nacional.

 

Veo que para ambos extremos es claro que debemos asistir a los más pobres, que por ser niños o ancianos, requieren ser asistidos en las satisfacción de sus necesidades básicas insatisfechas, al igual que a las personas desempleadas, por lo menos, mientras consiguen empleo. Hay propuestas del gobierno y de unos pocos congresistas de todos los sectores políticos, que se podrían concertar para sacar algo rápidamente, para reforzar los programas que vienen funcionando bastante bien desde años y gobiernos anteriores, además de las medidas de emergencia que ha tomado el gobierno actual. Lo importante es el foco, propender siempre por tener la mayor parte de la población atendida en la satisfacción de las necesidades básicas insatisfechas, no la de hacer política de búsqueda de figuración, para conseguir votos, desprestigiándose y mintiendo permanentemente, mientras las consecuencias las sufren las poblaciones más vulnerables, lo que impide el progreso nacional.

 

Para ambos extremos es claro, que el Estado no es viable sin el sector privado, que requiere de seguridad jurídica y política para poder generar los empleos y los impuestos que necesita el país para su funcionamiento. Esto solo se logra con un trabajo conjunto entre lo que hemos llamado Universidad-Empresa-Estado, que aglutina a todas las instituciones que están dispuestas y ansiosas, en hacer el aporte de todas sus fuerzas y capacidades en la recuperación del país, por lo menos al ritmo que traíamos antes de la pandemia, para bajar los niveles de pobreza, aumentando los niveles de empleo; para esto, es absolutamente necesaria una tregua, que permita poner el foco donde lo requiere el interés general, lograr avanzar en el progreso nacional.

 

Tanto la derecha como la izquierda y el centro, condenan la violencia y la destrucción en las marchas, ocasionados por los sectores a los que solo los favorece, el desorden, la confusión y confrontación, que mantienen bien ocupadas a nuestras fuerzas de policía, a nuestros gobernantes a todos los niveles y de todos los partidos, además de los altos costos económicos y perjuicios a los sectores público y privado, en una economía apenas volviendo a arrancar, en esta pandemia que aún no termina, frenando el progreso nacional.


Yo creo firmemente que todas las buenas ideas, si se manejan sin el picante y la malicia que le está imprimiendo la política individualista a todo, se pueden sacar adelante, porque se encontrará el necesario consenso; hay muchos temas, como el programa subregional de transformación integral del ámbito rural, incluido en el proceso de paz, que son bien importantes para el progreso nacional; hay proyectos para los cultivos ilícitos (cannabis y coca), que pueden permitir ir metiéndole el diente al problema más grande que tenemos, es más, en la parte agrícola ya se incluye como política el apoyo al cultivo del cannabis, que al igual que el café, el banano, el aguacate, las flores, etcétera, ocupará un lugar muy importante dentro de los productos exportables, generadores de divisas, para el progreso nacional.

 

Si todos nos volvemos más prudentes, más respetuosos, más educados, más humildes, más sencillos, pensando en el interés general, por encima del interés particular, estoy seguro de que saldremos adelante; no nos quedemos pegados en las peleas, en las ofensas, en las actitudes violentas, encaminadas a generar violencia, porque la violencia atrae más violencia. Apoyemos los miles de iniciativas buenas que hay en los sectores públicos y privados, generemos empleo a todos los niveles para que se mueva esta economía, que todo lo que hagamos sea por el progreso nacional.

 

Perdamos el miedo, recuperemos confianza, demos buen ejemplo, trabajemos duro, estudiemos mucho, los colombianos somos una raza muy fuerte, muy resistente, dispuesta a superar esta crisis económica, política y social, no vamos a retroceder ni a destruir lo mucho que hemos avanzado, de la mano de Dios, vamos a salir adelante y vamos a lograr el progreso nacional.