lunes, 17 de agosto de 2020

Nuevo panorama

Antonio Montoya H.

Por Antonio Montoya H.*

Este nuevo panorama político y empresarial que se está generando en Medellín, ha puesto en la palestra publica dos bandos en contienda, el sector empresarial, por un lado, que a lo largo de la historia antioqueña ha sido el que ha dado vida a la industria, creando empresas e innovando. Así se construyó una Antioquia industrial y próspera. Grandes sectores de la economía tuvieron origen aquí desde principios del siglo XX, a saber, sector textil con Pantex, Fabricato, Tejicóndor, Coltejer, Vicuña, Pepalfa, Telaraña, Invatex, Textiles Rionegro, y muchas otras más. Hoy con alto desarrollo en la confección que dieron y generaron nombre a nivel mundial, crearon miles de empleos y dieron fuerza y vigor a la economía. También en el sector de la industria de alimentos, cervecera, cementos, bancaria, deportiva, que fueron importantes; al igual que en el sector de la música ya que aquí se crearon las grandes disqueras de Colombia, que aun están presentes y aportan a la cultura y a la economía, en fin, y si bien muchas de ellas hoy no existen sí forjaron en la mente antioqueña el liderazgo, formación, dedicación y empuje que hoy se continua percibiendo con la creación de empresas de tecnología, turísticas y de servicios, es decir cambiaron los sectores lideres pero no se perdió la creatividad ni el talante antioqueño.

Por el otro lado está el bando político, que también ha sido liderado por grandes hombres antioqueños desde antes de la independencia, que tuvieron arraigo popular y fundamentaron las bases de la sociedad, lideraron el comercio y la política, ocuparon grandes cargos y promovieron la descentralización, todos ellos conquistaron un alto nombre en Antioquia y en la historia de Colombia.

Ambos sectores, trabajaron unidos. Se apoyaban de una manera racional, armónicamente, siempre con mentalidad progresista. Hoy, en Medellín, nos enfrentamos a un nuevo panorama diferente a los de los años anteriores, y no porque se investigue a Empresas Públicas, lo cual se debe hacer y se está haciendo, sin tapar, pero buscando verdad y reparación.

Lo que sí es un contrasentido es el accionar del alcalde, que, para lograr el objetivo de alcanzar la alcaldía, mostró mansedumbre, hábilmente bajo el miedo, se presentó de una manera diferente y luego de obtener el triunfo hace cosas contrarias a lo prometido; apoya paros, alimenta a los marchantes, limpia vidrios, trae a dirigir las secretarias a personajes de otras ciudades del país, que no conocen la ciudad ni su espíritu, presiona a la junta de EPM y logra que renuncien, lo que en mi sentido fue una equivocación porque se debieron mantener en el cumplimiento de sus funciones hasta que el alcalde los despidiera. Además, trae miembros de junta de otras ciudades, es decir no confía en la gente que hace parte de la ciudad que administra.

Hasta lo comprendo porque ha construido su carrera política con Petro y Gaviria, su hijo, no con un sentido liberal propiamente dicho, sino más allá, en la izquierda que donde ha gobernado ha traído caos y corrupción, y a él lo vimos encapuchado, apoyando a Petro. Entonces qué más esperaban, él es firme en su pensamiento y objetivo de hombre de izquierda, reciben todo y no dan nada a cambio, no cumplen y listo.

Esto no es un problema de empresarios y alcalde, este es un tema político, que se debió prever a tiempo y hoy costará hacerlo entrar en razón y seguramente tendremos que irnos a una revocatoria.

Se tendrá que jugar con las armas de la democracia.