Por Andrés de
Bedout Jaramillo*
Desde hace varios
meses circula en redes sociales una propuesta del senador Bolívar de la
Colombia Humana, propuesta sensata, que está convirtiendo en proyecto de ley, a
presentar al congreso de la República.
Desafortunadamente
los congresistas se han venido haciendo los de la oreja mocha con el punto de
sus exagerados salarios y prebendas, que los mantiene alejados de las
realidades de su electorado; debieron hace mucho rato haberse bajado el sueldo,
pero la ambición, la codicia y la angurria, impidieron renunciar a tan jugosa,
injusta e inmerecida remuneración.
Todos quisiéramos
ganarnos semejante sueldo, trabajando tan poco tiempo.
Mejor dicho, se han
puesto de espaldas en casi todos los puntos planteados en el estatuto
anticorrupción, que hace ya bastante tiempo votamos más de once millones de
colombianos.
Aprovechando el
cansancio, el desprecio y la desesperación del pueblo colombiano frente a su
desprestigiado Congreso, por fin uno de sus integrantes, argumenta con
claridad, cuánto se ganan y cuántos meses del año y días de la semana trabajan,
para terminar proponiendo una remuneración justa por reunión de sesión y
comisión trabajada.
Informa en redes
sociales el senador Bolívar, que solo trabajan 8 meses al año y reciben sueldo
por 13 meses, trabajan 2 días a la semana y les pagan 7 días de la semana, esto
sin contar prebendas como tiquetes, UTL, etcétera.
Lastimosamente ese
congresista, es Gustavo Bolívar, de La Colombia Humana de Petro.
Por culpa de los demás
congresistas, llega el papayaso para el reencauche de Petro y su temida
izquierda, con su desprestigiado socialismo.
Mamerto significa
afín al comunismo, pero también significa mamón, bobo. Los congresistas se
comprometieron a sacar adelante el estatuto anticorrupción, incluido el tema de
sus sueldos y hasta el momento se han hecho los bobos. Son mamertos los
mamones, los que se hacen los bobos frente a los compromisos, lo que coloca a
la mayoría de nuestros congresistas en el hiriente calificativo de mamertos.
Terminaron nuestros
congresistas siendo los idiotas útiles de la izquierda, lo más triste, estaban
lo suficientemente advertidos.
Esta sensata
propuesta, de pagarles lo justo a nuestros congresistas, es posible que ni
triunfe, pero será el caballito de batalla que desacreditará aún más la
política, los partidos, las instituciones, abriéndole paso al socialismo de
izquierda.
Si los congresistas
no se ponen las pilas, van a acabar hasta con el tendido de la perra.
Pobre Colombia, que
Dios nos proteja.