sábado, 22 de febrero de 2020

Le dieron papaya a la izquierda


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
Desde hace varios meses circula en redes sociales una propuesta del senador Bolívar de la Colombia Humana, propuesta sensata, que está convirtiendo en proyecto de ley, a presentar al congreso de la República.

Desafortunadamente los congresistas se han venido haciendo los de la oreja mocha con el punto de sus exagerados salarios y prebendas, que los mantiene alejados de las realidades de su electorado; debieron hace mucho rato haberse bajado el sueldo, pero la ambición, la codicia y la angurria, impidieron renunciar a tan jugosa, injusta e inmerecida remuneración.

Todos quisiéramos ganarnos semejante sueldo, trabajando tan poco tiempo.

Mejor dicho, se han puesto de espaldas en casi todos los puntos planteados en el estatuto anticorrupción, que hace ya bastante tiempo votamos más de once millones de colombianos.

Aprovechando el cansancio, el desprecio y la desesperación del pueblo colombiano frente a su desprestigiado Congreso, por fin uno de sus integrantes, argumenta con claridad, cuánto se ganan y cuántos meses del año y días de la semana trabajan, para terminar proponiendo una remuneración justa por reunión de sesión y comisión trabajada.

Informa en redes sociales el senador Bolívar, que solo trabajan 8 meses al año y reciben sueldo por 13 meses, trabajan 2 días a la semana y les pagan 7 días de la semana, esto sin contar prebendas como tiquetes, UTL, etcétera.

Lastimosamente ese congresista, es Gustavo Bolívar, de La Colombia Humana de Petro.

Por culpa de los demás congresistas, llega el papayaso para el reencauche de Petro y su temida izquierda, con su desprestigiado socialismo.

Mamerto significa afín al comunismo, pero también significa mamón, bobo. Los congresistas se comprometieron a sacar adelante el estatuto anticorrupción, incluido el tema de sus sueldos y hasta el momento se han hecho los bobos. Son mamertos los mamones, los que se hacen los bobos frente a los compromisos, lo que coloca a la mayoría de nuestros congresistas en el hiriente calificativo de mamertos.

Terminaron nuestros congresistas siendo los idiotas útiles de la izquierda, lo más triste, estaban lo suficientemente advertidos.

Esta sensata propuesta, de pagarles lo justo a nuestros congresistas, es posible que ni triunfe, pero será el caballito de batalla que desacreditará aún más la política, los partidos, las instituciones, abriéndole paso al socialismo de izquierda.

Si los congresistas no se ponen las pilas, van a acabar hasta con el tendido de la perra.

Pobre Colombia, que Dios nos proteja.