domingo, 5 de enero de 2020

Vigía especial: Irán no está tan lejos


Por John Marulanda*

Coronel John Marulanda
Tan crucial como la caída del Sha (1979), el fracaso norteamericano en el rescate de rehenes de Teherán (1980), del derrocamiento de Saddam en Irak (2003), del bombardeo israelí contra instalaciones nucleares (2007) y la muerte de Osama (2011), la neutralización del mayor jefe militar iraní agita la precaria estabilidad del Medio Oriente. ¡Venganza!, clama el presidente Rouhani. Putin permanece al acecho. Tranquilos, dice el resto del mundo.

Hezbola, la milicia chiita libanesa creada y patrocinada por Irán y que tiene representantes en casi todos los países, sería la principal herramienta de retaliación de los Ayatolas. Hezbola realizó el más grave atentado terrorista en Latinoamérica (Amia, Buenos Aires, 1994), solamente superado por las masacres de las Narcofarc en Colombia. A partir del 2000, Irán y Hezbola se aposentaron en Venezuela, con el frenético apoyo de Chávez quien trajo a sus terroristas y los vinculó con las FARC; estableció células en toda la región y las conectó con las redes del narcotráfico para lavar dinero, colectar fondos para la causa y adelantar permanente inteligencia sobre potenciales blancos judíos o gringos. En 2007, terroristas iraníes planearon atentar contra el Club Carmel o la Embajada de USA en Bogotá, pero el DAS abortó la intención. Actualmente, Buenaventura y Maicao han devenido en centros activos de activismo chiita y en la ciudad guajira Mohammad Jaafar Dasuki, de ascendencia libanesa, fue elegido alcalde recientemente.

Cualquier acción militar o armada ocurrirá en algún momento a partir de ahora, de cualquier nivel e intensidad y en cualquier lugar del mundo, América Latina incluida, particularmente con Caracas como base de operaciones liderada por Tareck el Aisami, el agente libanés más prominente de la camarilla madurista.

También es probable que no se decidan a adelantar ninguna acción en la región para mantener el flujo de recursos del narcotráfico y la minería ilegal y aprovechar que la corrupción y la debilidad fronteriza les sirven de aliviadero o escondedero.

En las próximas manifestaciones estudiantiles veremos pronunciamientos a favor de Irán, desconociendo que, según HRW, más de 1.000 civiles han sido asesinados por las fuerzas de seguridad de los ayatolas, durante recientes protestas. Sin embargo, la muerte del curtido y polémico general Soleimani parece unir a los iraníes en sentimiento nacionalista contra US. El rumbo que tomarán los acontecimientos no es claro aún, pero por estos lares no sobra tomar medidas preventivas. Irán está más cerca de lo que se cree: en Venezuela.