Por Pedro
Juan González Carvajal*
A pesar del
sainete que vivimos los sudacos, donde los últimos eventos nos muestran la
renuncia de un presidente y la puesta en libertad de un expresidente, y de la
penosa realidad que enfrentamos los colombianos, no debemos dejar de reconocer
que allende los mares, también se cuecen habas.
Por cuarta vez
en 4 años España vuelve a las urnas y después de los comicios no logra los
resultados que se requieren para formar un gobierno fuerte y estable.
A pesar de
conmemorarse los 30 años de la caída del muro de Berlín, en este momento
histórico se habla de levantar nuevos muros físicos y otros virtuales, como es
el caso que se evidencia en el debate que sobre la libertad de expresión se
desarrolló en el Congreso Norteamericano cuando se llama a Zuckerberg, el
fundador de Facebook a dar explicaciones sobre la capacidad de la red de
filtrar o no noticias falsas.
Hong Kong ajusta
casi medio año en medio de protestas exigiendo más democracia y menos control
de Beijing.
Aumenta el drama
de los casi 300 mil refugiados en la frontera Siria y a nadie parece
importarle.
Norteamérica da
los primeros pasos para retirarse del Acuerdo de París, el mayor pacto mundial
vinculante frente a la crisis climática y que establece un plan de acción
mundial para limitar el calentamiento global. En otras palabras, Norteamérica
le ha declarado la guerra al resto del
planeta… y nadie dice ni hace nada.
Por la parroquia,
siguen las matanzas, avanzan los cuadrangulares de fútbol, seguimos hablando
del vientre que alquiló James, se recrudece el invierno, estamos en medio de la
euforia de los empalmes regionales y ya estamos a 5 días del tan esperado y
anhelado diciembre (¿?).
En uno de sus
tradicionales bandazos diplomáticos, Colombia se aparta de la abrumadora
condena global al embargo impuesto por Norteamérica a Cuba. ¡Qué pena!
Mintic ha
declarado desierta la licitación por el espectro, lo cual no es una señal
alentadora.
La Sociedad de
Activos Especiales anuncia que subastará 6.000 bienes decomisados al
narcotráfico. Ojalá este ejercicio no se convierta en un nuevo foco de
corrupción, como ha sucedido anteriormente con otra entidad encargada de lo
mismo y a la que hubo que cambiar por esta, por corrupta.
Partiendo del
respeto por el libre acceso al trabajo, no es de buena presentación que altos
exfuncionarios de un gobierno pasen a trabajar con grupos económicos que han
sido contratistas de esos gobiernos y lo que es peor, que posteriormente vuelvan
a ocupar otros altos cargos, haciendo uso de la llamada puerta giratoria, en
una actitud completamente comprometedora para tomar decisiones imparciales, o
que generen de entrada conflicto de intereses. Esto también es corrupción.
Y por fin, una
buena y refrescante noticia: El Grupo de Neurociencias de Antioquia en cabeza
del doctor Francisco Lopera, ha logrado importantes avances sobre el estudio
del Alzhéimer. ¡Enhorabuena!
Recordemos a
Shakespeare cuando en boca de Hamlet, en la quinta escena del primer acto,
sentencia: “Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que
han sido soñadas en tu filosofía”.
Ahora que
tendremos nuevos gobernantes locales, insistimos en la conveniencia de dotar a
Medellín con un centro de espectáculos de primer orden como el que ya tiene
Bogotá con su envidiable Movistar Arena.
Recordemos a
Leonardo da Vinci: “El sumo bien es la sabiduría”.