Por Pedro
Juan González Carvajal*
Antes de
cualquier cosa, mis felicitaciones para los candidatos que resultaron electos
en la reciente jornada electoral. Que la providencia y su honradez profesional
les permita realizar muy buenos mandatos.
Como ciudadano,
espero que dentro de 4 años no tengamos que ver el listado de algunos de los gobernantes
electos en los pasados comicios, que están enredados por malos manejos. Si así
ha de ser, ojalá que ni se posesionen.
Muy dura fue la
contienda electoral, mucho sudor y muchos recursos fueron aportados para llegar
al destino final. Eso sí, que quede claro que nadie los obligó a participar en
este dispendioso y desgastante ejercicio democrático. Fue por su propia cuenta,
riesgo e interés que disputaron tan dura jornada y hoy deben comenzar a servirle
a la comunidad toda, sin hacer distingos políticos, como manda una verdadera
democracia.
Esperemos que
los ciclos tradicionales no se repitan por el bien de todos, y se capitalicen y
se aprovechen las experiencias pasadas.
Mal favor se le
hace al desarrollo anhelado, poner espejos retrovisores con aire de revancha.
Se debe continuar con lo bueno, corregir lo enmendable y no continuar con lo
malo. Hay que recordar que todos los gobernantes de todas las épocas han tenido
aciertos y desaciertos. Aquí no hay ningún Adán y ninguno ha sido un gobernante
infalible.
De igual manera,
por qué no tener en cuenta las propuestas razonables de aquellos que no fueron
electos, pero que pueden ayudar al reforzamiento y mejoramiento de la propuesta
ganadora.
Es de suponer
que las llamadas “Comisiones de empalme” sirvan de verdad para entender lo que
se entrega y lo que se recibe y no se conviertan en un rito más, que solo sirve
para dejar constancia y obviamente para perder tiempo.
Siendo
respetuoso de las dinámicas políticas, es bueno que los ganadores reciban, como
es apenas natural, las hojas de vida aportadas por quienes los apoyaron, pero
ojalá previamente, habiendo determinado y exigido perfiles humanos impolutos y
perfiles profesionales idóneos y ojalá con alguna experiencia. El gobierno
local se da alrededor del alcalde y del gobernador que se supone tienen unos
miembros que les colaboran, aportándole en el ejercicio de sus funciones, en
una verdadera labor de equipo.
Personajes con
alguna sombra de duda, es mejor no nombrarlos para evitar futuros desgastes, y
como decía algún ilustre gobernante, uno puede nombrar a aquel que pueda
después, desvincular.
Sería una
verdadera irresponsabilidad y una muestra temprana de ineficiencia, el invertir
o perder el primer semestre del año entrante, dizque revisando lo que entregó
la administración anterior, haciendo libros de colores y elaborando a las
carreras el proyecto de Plan de Desarrollo, que desde ya debe ser iniciado para
ser radicado al momento de las instalaciones de los Concejos y Asambleas, pues
con el argumento de la participación ciudadana, se desarrollan ritos que ya se deberían haber realizado cuando se
construyó el respectivo Programa de Gobierno que se inscribió para participar
en la contienda electoral. ¡No más carreta al respecto por favor!
Así mismo, al
instalar las sesiones de los respectivos órganos legislativos, se deberían
radicar, al menos, los Proyectos de Acuerdo o de Ordenanza que tienen que ver
con las propuestas bandera de la campaña.
Cada pueblo trae
su cultura y sus propios personajes. Recordemos apartes del discurso de
reconocimiento de la victoria de Obama por parte del Senador McCain: “Hasta
hoy el senador Obama fue mi contrincante electoral. A partir de hoy, él es mi presidente”.
Para ser gente, hay que ser gente.