martes, 29 de octubre de 2019

De cara al porvenir: ahora sí, a trabajar


Por Pedro Juan González Carvajal*

Pedro Juan González Carvajal
Antes de cualquier cosa, mis felicitaciones para los candidatos que resultaron electos en la reciente jornada electoral. Que la providencia y su honradez profesional les permita realizar muy buenos mandatos.

Como ciudadano, espero que dentro de 4 años no tengamos que ver el listado de algunos de los gobernantes electos en los pasados comicios, que están enredados por malos manejos. Si así ha de ser, ojalá que ni se posesionen.

Muy dura fue la contienda electoral, mucho sudor y muchos recursos fueron aportados para llegar al destino final. Eso sí, que quede claro que nadie los obligó a participar en este dispendioso y desgastante ejercicio democrático. Fue por su propia cuenta, riesgo e interés que disputaron tan dura jornada y hoy deben comenzar a servirle a la comunidad toda, sin hacer distingos políticos, como manda una verdadera democracia.

Esperemos que los ciclos tradicionales no se repitan por el bien de todos, y se capitalicen y se aprovechen las experiencias pasadas.

Mal favor se le hace al desarrollo anhelado, poner espejos retrovisores con aire de revancha. Se debe continuar con lo bueno, corregir lo enmendable y no continuar con lo malo. Hay que recordar que todos los gobernantes de todas las épocas han tenido aciertos y desaciertos. Aquí no hay ningún Adán y ninguno ha sido un gobernante infalible.

De igual manera, por qué no tener en cuenta las propuestas razonables de aquellos que no fueron electos, pero que pueden ayudar al reforzamiento y mejoramiento de la propuesta ganadora.

Es de suponer que las llamadas “Comisiones de empalme” sirvan de verdad para entender lo que se entrega y lo que se recibe y no se conviertan en un rito más, que solo sirve para dejar constancia y obviamente para perder tiempo.

Siendo respetuoso de las dinámicas políticas, es bueno que los ganadores reciban, como es apenas natural, las hojas de vida aportadas por quienes los apoyaron, pero ojalá previamente, habiendo determinado y exigido perfiles humanos impolutos y perfiles profesionales idóneos y ojalá con alguna experiencia. El gobierno local se da alrededor del alcalde y del gobernador que se supone tienen unos miembros que les colaboran, aportándole en el ejercicio de sus funciones, en una verdadera labor de equipo.

Personajes con alguna sombra de duda, es mejor no nombrarlos para evitar futuros desgastes, y como decía algún ilustre gobernante, uno puede nombrar a aquel que pueda después, desvincular.

Sería una verdadera irresponsabilidad y una muestra temprana de ineficiencia, el invertir o perder el primer semestre del año entrante, dizque revisando lo que entregó la administración anterior, haciendo libros de colores y elaborando a las carreras el proyecto de Plan de Desarrollo, que desde ya debe ser iniciado para ser radicado al momento de las instalaciones de los Concejos y Asambleas, pues con el argumento de la participación ciudadana, se desarrollan ritos que  ya se deberían haber realizado cuando se construyó el respectivo Programa de Gobierno que se inscribió para participar en la contienda electoral. ¡No más carreta al respecto por favor!

Así mismo, al instalar las sesiones de los respectivos órganos legislativos, se deberían radicar, al menos, los Proyectos de Acuerdo o de Ordenanza que tienen que ver con las propuestas bandera de la campaña.

Cada pueblo trae su cultura y sus propios personajes. Recordemos apartes del discurso de reconocimiento de la victoria de Obama por parte del Senador McCain: “Hasta hoy el senador Obama fue mi contrincante electoral. A partir de hoy, él es mi presidente”. Para ser gente, hay que ser gente.