martes, 10 de septiembre de 2019

Construir, destruir, construir


Por Antonio Montoya H.*

Antonio Montoya H.
Eso es lo que estamos viendo en la ciudad, en los últimos días, en forma notoria, porque por todo Medellín, desde hace algunos años parece que es una constante abrir huecos, cerrarlos, construir aceras, tumbarlas, y así sucesivamente. Esas decisiones son de la Secretaría del Medio Ambiente y la Secretaría de Infraestructura , y por consiguiente del señor Alcalde de la ciudad.

No es un cuento y se observa en forma más que evidente con lo que está ocurriendo en la Avenida Oriental que atraviesa el centro de la ciudad. Allí se realizó una verdadera obra de ornato y embellecimiento con un corredor verde que implicó una gran inversión, que se mostró con orgullo al país y que le valió el reconocimiento ciudadano porque demolió el adefesio arquitectónico de las llamadas pirámides que fueron construidas por otra administración y que fueron siempre rechazadas en la ciudad.

También resaltamos que ambientalmente mejoró la calidad de la vida en el centro, volvieron las aves a posarse en los árboles y miles de personas que pasan a diario por esos lugares hoy disfrutan de la belleza del ambiente. Nuevamente llegamos a creer en la ciudad de las flores.

Pero llegó la horrible noche nuevamente: un día cualquiera del mes de agosto iniciaron nuevos trabajos en ese sector de la Avenida Oriental y un poco también en la vía hacia El Poblado. Vimos con estupor que estaban quitando la vegetación recién sembrada, también las rejas y la división en cemento que servía de protección para que las personas no se pasaran de un lado a otro poniendo en riesgo la vida y dañando el paisaje construido.

De todo ese desastre que están realizando, dan explicaciones a la ciudadanía y entre ellas una que sorprende: —es que por allí pasará el Metroplús y se construirán 5 estaciones (Barrio Colón, Sandiego, San José, La Playa y Catedral). A simple vista, parece lógico y diría uno que el desarrollo y el bienestar general prima sobre la estética, pero este es un caso que no se puede explicar y mucho menos aceptar. Existe una evidente ligereza y despilfarro del dinero público al destruir una obra que demoró varios meses, que afectó la movilidad en grado sumo, que hizo largo y penoso el recorrido por la ciudad de los vehículos y transporte público y que apenas unos meses después la destruyen. Nos preguntamos por qué, si ya se sabía que el Metroplús pasaría por ese sector, no hicieron la construcción a la par o reservaron los espacios de las estaciones. Nos habríamos evitado muchas molestias, tanto la alcaldía como los ciudadanos.

No es aceptable, que un alcalde que lidera una ciudad que lo respeta, permita que sus funcionarios cometan tan absurdos errores, que deja mal parada a la administración, porque la prevención y la planeación ha sido, en Medellín, realizada con responsabilidad y seriedad.

Ya se iniciaron las nuevas obras, es decir construirán nuevamente. Esperamos que, en pocos meses, cuando estén terminadas no salgan a decir que por ahí no eran las estaciones y volvamos a tumbar y a construir.

Juicio señores, Medellín no puede perder el rumbo.