domingo, 28 de julio de 2019

Las elecciones


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
Estamos a 3 meses, 90 días, para definir quienes nos van a gobernar en Antioquia y en Medellín.

En Antioquia somos como 6 millones de habitantes, en Medellín algo más de 2 millones. Antioquia maneja como 4 billones de pesos de presupuesto y Medellín como unos 5 billones de pesos y eso sin tener en cuenta a las Empresas Públicas de Medellín que manejan como 16 billones.

No estamos hablando de poca monta, sumados son como 25 billones de pesos, que en última instancia terminan saliendo de nuestros bolsillos, en una u otra forma.

Dependiendo de los gerentes (Gobernador y Alcalde) y juntas directivas (Asamblea y Concejo) que elijamos en octubre, estos 25 billones serán bien o mal administrados.

Todos los candidatos como es lógico son actores de la política, independientemente de que utilicen firmas o avales u ambos para sus procesos de inscripción, la política como todas las actividades humanas, están permeadas por malas personas; el mal tratando de imponerse sobre el bien. No hay partido ni grupo significativo de ciudadanos que pueda tirar la primera piedra, todos compuestos por humanos pecadores, como lo somos todos, quienes gobiernen deben ser maestros en autocontrol.

La abstención o pereza electoral, seguirá apoderada de un cercano y preocupante 60% del posibles votantes, lo que ante tan nutrido grupo de candidatos permitirá ganadores con no muchos votos. Nuestra responsabilidad es hacerlo por los más honestos, por los que estén mejor rodeados, por lo que prometan lo cumplible, por los que tengan mayor experiencia, por los que sean capaces de aglutinar el mayor número de partidos políticos y de grupos significativos de ciudadanos a su alrededor, como prenda de garantía en la búsqueda de ponerse de acuerdo en lo fundamental, para derrotar la polarización que impide que todos quepamos en el mismo bus y que impide practicar inclusión y equidad, sobre todo en la satisfacción de las necesidades básicas insatisfechas. Ningún antioqueño puede estar aguantando hambre, sin que vestir, sin techo, sin salud, sin educación y sin empleo, los pueblos de nuestro departamento deben ser atractivos a la producción agropecuaria, para frenar la migración asfixiante a Medellín y su área metropolitana.

Hay muy buenos  candidatos, escojamos los mejores, Antioquia ahora más que nunca debe recuperar su liderazgo productivo en Colombia y esto solo lo lograremos con antioqueños felices, animados, fuertes, bien alimentados y con todas las garantías de una buena calidad de vida para ellos y sus familias, lo que solo lograremos con gobernantes honestos, austeros, con un gran sentido social y empresarial, que permita proyectarnos hacia un futuro unidos.