Por Santiago Cossio*
Colombia
ha tenido en la base de su economía a la agricultura. Gran parte del PIB se ha basado
en el sector primario donde la producción cafetera normalmente salvaba el
crecimiento del producto y era un gran generador de empleo en el país. Ante la
comunidad internacional, el café era el producto insignia de exportación, el
cual abría mercados y compensaba la mala imagen que nos dejaba el narcotráfico.
Colombia, un país tropical ubicado estratégicamente en el planeta, ha recibido
herencias de todos los rincones las cuales ha generado una mezcla de
condiciones para crear una raza optimizada para los contenidos creativos.
El
acordeón fue creado en Alemania y por su dificultad para tocarlo fue desterrado
de Europa y enviado a América como desecho. Entró por la Guajira y hoy todos
conocemos el resultado. El país comienza a tener figuras en los deportes, las
artes y la música de talla internacional. Artistas como Botero, García Márquez,
Juanes, Shakira, Carlos Vives, J Balbín y un sinnúmero detrás han dejado en
alto el nombre del país cambiando el estigma de violencia al que estábamos
abrumados. Hoy en los Grammy figuran colombianos en todas las categorías, los
deportistas van por la de oro y se habla de un cambio cultural donde se promueve
a Colombia como destino turístico.
El
23 de mayo de 2017 el congreso de Colombia aprobó la Ley 1834 llamada ley ¨naranja¨
o de economía creativa. Las cifras son alentadoras en medio del letargo
económico y el acostumbrado pesimismo. Los contenidos creativos son el quinto
bien más transado del planeta, el PIB creativo en solo música, artes escénicas
y audiovisuales movió mas de 20 billones de pesos en 2018. En todo el mundo la
economía naranja mueve cerca de 4.2 billones de dólares. Hoy genera más ingresos
que la minería o el café. Las solas exportaciones naranja podrían cerrar la
brecha de la balanza comercial deficitaria en un 30 %. La economía naranja
equivale a 2.5 veces los gastos militares del mundo.
Los
contenidos creativos son de alto valor agregado y pongamos el ejemplo de un
cuadro de botero donde las pinturas y el lienzo podrán valer 1 millón de pesos
pero ya terminado vale más de 1 millón de dólares.
Por
increíble que parezca, hoy Colombia es potencia mundial en contenidos creativos
donde el resto del mundo están escuchando música colombiana y consumiendo del
sello creado en Colombia. La invasión colombiana llega a Rusia, Asia, Europa y
toda América y debemos de manera juiciosa y reflexiva inspirar el cambio
cultural que nos llevará por los buenos caminos en la senda del crecimiento.
En
definitiva, la economía naranja es una oportunidad infinita para la
recuperación y el crecimiento que ya hace parte de las nuevas formas de la
economía colombiana.