Por Pedro
Juan González Carvajal*
De acuerdo con
el Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad, en información reciente sobre
el mundo, el 75% de la superficie cultivable del planeta está alterada. El 66%
de los sistemas marinos sufre impactos acumulativos, y el 85% de la superficie
mundial de humedales ha desaparecido. La mitad de los arrecifes coralinos ha
desaparecido en los últimos 100 años. Entre 2010 y 2015 se perdieron 32
millones de hectáreas de bosques primarios en ecosistemas tropicales
biodiversos. Desde 1970 la producción agrícola, la pesca y la deforestación han
aumentado y el aporte de la biósfera para mantener esa producción en el futuro
ha disminuido, lo cual implica que no es sostenible. Estos resultados están
relacionados directamente con el crecimiento de la población y la expansión de
la economía mundial.
El problema de
la escasez de agua y de alimentos se nos vino encima. Recordemos que Colombia
posee el 57% de la extensión mundial de páramos que son las fábricas de agua, y
que en este momento existe una disputa
legal entre los que queremos preservar dicho patrimonio y quienes consideran
necesario realizar las explotaciones mineras vinculadas con esas zonas. De
manera semejante, Colombia posee 40 millones de hectáreas cultivables mal
utilizadas, puesto que importamos un poco más del 50% de los alimentos que
consumimos regularmente.
El resultado del
censo nos habla de una población de 48.3 millones de habitantes, cifra inferior
a las estimaciones preliminares. ¡Enhorabuena!
Pasó sin pena ni
gloria, tal como nos tiene acostumbrados, el período de sesiones del Congreso
Nacional. ¡Otro año perdido!
A pesar de la
buena presentación de Colombia en el reciente campeonato de la Copa América y
tal como se los reprochamos en su momento al profesor Pekerman por haber sido
tan timoratos contra Inglaterra en el último Mundial, donde no salimos a ganar,
lo mismo debemos advertirle hoy al profesor Queiroz, por la forma también
timorata y por qué no miedosa, como salimos a jugar contra Chile. Si no
aprendemos a reconocer y a actuar en consecuencia, de que hay partidos que hay
que salir a ganar o a ganar, pues seguiremos, entonces, siendo unos eternos
segundones.
Dentro de los
programas de ornato y mejora del espacio público en lo referente a andenes que
adelanta la Administración Municipal, se debe resaltar la necesidad, para
complementar el trabajo y mejorar en términos de visibilidad las funciones de
los conductores, el limpiar o el despejar ciertos cruces en esquinas donde la
maleza, los montículos o la basura impiden anticipar el paso de otros
vehículos. Una acción acertada es la que se acaba de realizar en el cruce de la
Transversal Superior con la Avenida las Palmas, justo sobre el parqueadero
trasero del Restaurante Hatoviejo ¡Felicidades!
Vuelven las
grandes congestiones vehiculares con el reinicio de la jornada escolar. Es
evidente que esta es una de las variables que con prioridad deben tenerse en
cuenta para plantear e implementar estrategias contra la congestión vehicular,
partiendo del apoyo ciudadano. No tiene presentación que exista una gran
cantidad de vehículos privados llevando o recogiendo del colegio a un solo
niño, con la congestión que generan mientras se desplazan, más la congestión
que generan cuando se parquean para que se bajen o para recogerlos ¡Pilas pues!
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Medellín sigue
recibiendo reconocimientos internacionales en diferentes frentes, lo cual nos
compromete aún más en el esfuerzo continuado por mejorar las condiciones de
vida de todos los medellinenses.
NOTA: Nefasta,
bajo cualquier punto de vista, la enredada presencia y la complicada actuación
del señor Santrich. Es lamentable que un solo individuo ponga en jaque el
esfuerzo descomunal de un proceso de paz y que dé argumentos a sus enemigos
para aprovechar y arreciar sus críticas.