jueves, 14 de marzo de 2019

Duque y su partido


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
En la tertulia conservadora, integrada en un alto porcentaje por conservadores ya del centro democrático, y en muy pequeño porcentaje por liberales, conservadores y sin partido, escuchamos los planteamientos de un ex precandidato del Centro Democrático, de origen conservador, hoy, al parecer, precandidato a la presidencia por el Centro Democrático, quien en resumidas cuentas nos contó sobre su gran preocupación por la desfavorabilidad de Duque y de Uribe en las recientes encuestas. Nos contó que a Duque se le abona hasta la fecha, el haber acabado con la mermelada para los congresistas y el reanudar los consejos comunales, hoy llamados construyendo país. Su leve repunte en las encuestas se atribuye a sus actuaciones frente al ELN luego del bombazo a la escuela de policía y a su posición frente al tema Venezuela, cimentada en la caída de Maduro.

Nuestra tertulia está hoy liderada por el doctor Julio E. González Villa, quien aspira al Concejo de Medellín por el Centro Democrático, siendo de origen Conservador, a quien le deseamos la mayor de las suertes en este propósito y un cerrado apoyo de los integrantes del Centro Democrático de origen conservador.

Pero ambas circunstancias se tornan difíciles, en la primera se cerraron las posibilidades de sentar al ELN nuevamente en la mesa de negociación, lo que será muy costoso para el país por las constantes voladuras al oleoducto y la segunda, por la imposibilidad de diseñar un plan B con Venezuela, ante la no caída de Maduro, lo que nos pone en serios riesgos y dificultades en el manejo de los temas de migrantes, comercio binacional y lo peor, en una posible confrontación donde los blancos más buscados, serán colombianos.

A Duque se le critica estar gobernando sin darle la participación política que se merecen quienes lo acompañaron en su elección, inclusive de mantener muchos funcionarios del gobierno Santos, situaciones que le dificultan la gobernabilidad y afectará las posibilidades del partido en las selecciones regionales próximas a realizarse. Más temprano que tarde deberá darles participación política. Se le reclaman posiciones más radicales frente a varios temas y planes concretos para la educación, la justicia, la salud, el agro, inclusive frente al tema Arias, etcétera.

Dijo el precandidato que su partido es todavía un movimiento que para ser partido requiere tiempo, estructura, líderes y unificación de criterios. Lo que no dijo, y que al parecer es un contrasentido, es que el Centro Democrático es el partido más poderoso hoy en el país, política y económicamente hablando. Manifestó que Uribe, siendo un trabajador incansable, ya está cansado y quiere retirarse, Sólo José Obdulio, de los de su edad, podría remplazarlo, o por lo menos eso entendí.

Alguna vez fui confundido con José Obdulio en el aeropuerto JMC. Me abordaron 2 policías y me dijeron, doctor José Obdulio, nosotros somos los designados para cuidarlo y acompañarlo, nos ponemos a su disposición, a lo que les manifesté que se equivocaban de persona, que esperaran, que venía en el mismo avión. Yo había visto y saludado a José Obdulio una sola vez en mi vida, celebrábamos en mi casa la llegada de Alonso Salazar a la alcaldía, con algunos amigos, funcionarios, concejales y compañeros benedictinos, inclusive nos acompañaban muchas de nuestras esposas. Entrada la noche, se apareció a la reunión José Obdulio con el exsecretario general de la presidencia de Uribe, y compartió animadamente con varios de los asistentes.

Pienso que tanto Duque como Uribe, deberían escuchar con atención los planteamientos de Nieto. Hay críticas constructivas, que, si no se canalizan rápidamente en forma propositiva, causarán mucho daño y divisiones en el Centro Democrático, conformado por personas de diferentes orígenes y tendencias partidistas y donde hay más propensión a celos y divisiones, por tratarse de un movimiento/partido, caudillista. Para nadie es un secreto que el centro, el corazón del Centro Democrático es Uribe.

Creo que los planteamientos de Nieto, de origen conservador, ni más ni menos de la escuela del doctor Álvaro Gómez, de quien siempre dijimos, lo brutos que somos los colombianos de habernos privado de tener semejante lujo de presidente, es que la política es visceral. Los planteamientos de Nieto, quien se perfila como uno de los grandes líderes del futuro, ayudarían a mejorar la gobernabilidad, alejando al país de la polarización entre derecha e izquierda, ubicándolo en el centro, lugar que, le da a uno la impresión, es el que busca el presidente Duque, para que todos quepamos en el bus y entre todos podamos salir adelante. Si en este tiro no se logra, después no podremos quejarnos, cuando llegue la terrible extrema izquierda, alias socialismo latinoamericano, porque, en los últimos 20 años, nuestros gobernantes y nuestros líderes, no fuimos capaces de hacer inclusión, ni de aplicar equidad, ni de ser generosos, ni humildes y lo peor, se nos olvidó que el interés general prima sobre el interés particular.

Yo creo en las buenas intenciones del presidente Duque, en las del caudillo Uribe y del precandidato Nieto. Que se sienten a conversar para bien del país y del partido al que pertenecen. Son muchos los temas: los guerrilleros reinsertados, para que no se nos vayan del redil, el ELN para que no vuele más oleoductos, Venezuela para ver cómo manejar los migrantes, el comercio bilateral, evitar una confrontación donde seriamos el blanco más cercano, el plan de desarrollo, sin la plata suficiente para cumplir las promesas de campaña, la JEP, el necesario y urgente desarrollo del agro, los problemas del medio ambiente, etcétera.