Rafael Uribe Uribe
Durante
una visita judicial a su residencia en Barranquilla, el ministro del Interior
profirió insultos gravísimos contra una magistrada recurriendo a expresiones
como "HP", "loca”, “demente", “delincuente” y otras
descalificaciones solo propias de una verdulera, lo cual resulta preocupante
viniendo de una figura pública de tan alto rango.
La
respuesta del presidente de la Corte Suprema fue sin tino e indulgente. En
lugar de exigir la detención inmediata del ministro, como correspondía ante
semejante comportamiento, simplemente invitó a que se moderase el lenguaje.
Por
otra parte, el procurador defendió el respeto que merecen los magistrados y
anunció “la apertura de una investigación”. Su reacción también se percibió anodina
dado que trató las pruebas videográficas ampliamente difundidas como si
carecieran de peso, ¿cree que solo son solo "música celestial"?
Esta
actitud transmite una profunda indignación ante la ausencia de consecuencias
reales tras unos hechos tan graves, y subraya la urgencia de una respuesta
institucional sólida frente a los insultos y la falta de respeto en el ámbito
judicial.
Resulta
igualmente alarmante la tardanza injustificada en los procesos judiciales
contra el exalcalde conocido como “pinturita” de Medellín. A pesar de los
numerosos cargos de corrupción que supuestamente pesan en su contra y de casi
todo su gabinete, y del estado deplorable en que dejó la administración de la
ciudad, las imputaciones no han avanzado de manera oportuna ni transparente.
También
preocupa la falta de celeridad en la investigación de los hechos confesados por
el hijo mayor del presidente y su compañera sentimental. Estas confesiones han
sido ampliamente difundidas por distintos medios de comunicación, pero, según
parece, la Fiscalía ha dejado estos casos en el limbo, sin resultados
contundentes.
Otro
de los aspectos que agrava la percepción de impunidad en el país es la falta de
avances por parte del CNE y de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de
Representantes. Estos organismos parecen permanecer estáticos, sin mostrar
progreso en las investigaciones que tienen pendientes, especialmente las
relacionadas con la presunta violación de los topes de campaña y otras
acusaciones que pesan sobre el presidente. Esta inacción genera inquietud y
contribuye a la sensación de que las instituciones encargadas de fiscalizar el
poder ejecutivo no ejercen su función de manera efectiva ni oportuna.
Sigamos
el ejemplo de María Corina Machado y asumamos el compromiso de verdaderos
patriotas vigilando cada mesa de votación para evitar cualquier intento de
fraude. Este no es el momento para retirarnos a la tranquilidad de las fincas
ni para distraernos con el Mundial de Fútbol; la patria debe estar por encima
de nuestra comodidad, de ello depende la salvación de nuestra democracia.
El
Rincón de Dios
“Ya
se te ha declarado lo que es bueno. ¿Y qué exige el Señor de ti? Practicar la
justa justicia, amar la misericordia y humillarte ante tu Dios.” Miqueas 6:8
