miércoles, 4 de junio de 2025

La Colombia optimista

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

Superamos la semana, la Comisión Cuarta sacó la ponencia de la laboral y el llamado a la huelga o paro nacional por parte del Gobierno, dejó claramente demostrado lo siguiente:

1. Que Petro no tiene respaldo popular.

2. Que los colombianos estamos cansados de sus llamados al odio y a la violencia.

3. Que estamos dispuestos a enfrentar a los violentos.

4. Que las mujeres son ejemplo de valentía.

5. Que la CUT y el Gobierno quieren joder a los colombianos.

6. Que los empresarios más humildes están dispuestos a defender sus pequeños negocios hasta con la vida.

7. Que los derechos de las mayorías como el derecho a la movilización, al trabajo, al estudio, a la salud, etcétera, no pueden seguir siendo vulnerados ni superados por el derecho a la protesta de unos pocos.

8. Que el Código Penal castiga la protesta que viole los derechos de las mayorías.

9. Que, si la Fiscalía no inicia la investigación de oficio de lo que sucedió en Bogotá, lo tendrá que hacer a petición de parte.

10. Que Colombia hoy no tiene presidente, pero tiene alcaldes y gobernadores.

11. Que el alcalde de Bogotá, con la denuncia penal impuesta, puso a la justicia a pensar y hacer respetar los derechos de las mayorías que prefieren trabajar, a marchar, dañar, joder y destruir.

12. Que somos capaces de aguantar el año que nos falta, para cambiar este Gobierno irresponsable, nefasto y diabólico.

13. Que ya se empezaron a desmarcarse los oportunistas, conscientes del agua que los está mojando.

14. Que la mentira y el engaño no tienen cabida en nuestro medio.

15. Que el pueblo no es bobo.

16. Que la coherencia, la decencia, la austeridad y el trabajo deben necesariamente acompañar a un gobernante.

17. Que la reconstrucción del país será difícil, pero posible si elegimos a alguien con experiencia probada, honestidad probada, coherencia probada y capacidad para rodearse de los mejores, para formar equipos de trabajo de excelencia.

17. Que cualquier error adicional, nos puede conducir a un Venezuela.

18. Que Colombia no se puede permitir nunca más a Petro, ni a nada que se parezca, en la Presidencia.

19. Que la separación de poderes, no solo tenemos que cuidarla, la debemos robustecer.

20. Que el poder legislativo es de vital importancia, tenemos que elegir a los mejores senadores y representantes.

Podríamos seguir este listado, pero lo más importante es la dosis de optimismo que tenemos hoy los colombianos. Después de todo lo que está pasando, es de tal magnitud, que hasta esperamos que la Comisión de Acusaciones, juez natural del presidente Petro, arranque, ahora sí, a ejercer sus funciones establecidas en la Constitución y la ley, adelantando los procesos que tienen por indignidad, y de paso eviten el proceso penal que por el delito de prevaricato por omisión que cursa en La Corte Suprema de Justicia.

El optimismo de los pequeños, medianos y grandes empresarios, es de tal tamaño, que, a pesar de las cargas tributarias y laborales, están empeñados en seguir adelante, para que con sus tributos podamos reconstruir al país destruido con el accionar de Petro y sus secuaces.

Somos optimistas de la unión de la oposición, para en lo posible configurar alianzas entre partidos y movimientos, que permitan listas fuertes y respetables, de ciudadanos honestos y trabajadores, que nos representen con lujo de detalles en el Senado y en la Cámara de Representantes; el poder legislativo va a tener mucho trabajo en la reconstrucción del país y juega un papel fundamental como contrapeso al ejecutivo.

Somos optimistas de que ahora que arrancó oficialmente la campaña presidencial, los candidatos opositores al Gobierno Petro, se pongan de acuerdo en unas condiciones mínimas, para participar en la consulta popular de marzo de 2026, que permita escoger entre todos ellos, a un candidato único que pueda enfrentar al candidato, que, en esa misma fecha, escogerán los continuistas del desastre del frente amplio de la Colombia Humana y sus aliados.

En su mayoría, Colombia tiene hombres y mujeres de primera categoría, empresarios y trabajadores resistentes, insistentes, que nunca desisten, gremios fuertes que con decencia y contundencia nos representan y defienden de gobiernos que, como el actual, está empeñado en destruirlo todo, en dejarnos sin país, en llevarnos al nivel tiránico empobrecido y envilecido de Venezuela. 

Ánimo, de esta vamos a salir pronto, Nuestro Señor Jesucristo no nos desampara.