viernes, 16 de mayo de 2025

Sí me gusta el Papa

José Leonardo Rincón Contreras S. J.
José Leonardo Rincón, S. J.

Digámoslo directamente: León XIV no deja de sorprenderme gratamente, cada día, desde su elección y primera aparición en público. Acostumbrados como estábamos a la simpática figura de Francisco, teníamos claro que no era fácil sucederlo y que muchos eran los desafíos que le esperaban al nuevo pontífice. Y ya lo comentamos hace ocho días: fue sorpresiva su rápida elección cuando podrían preverse muchas fumatas negras por la polarización que suscitó un papado disruptivo como el anterior. Pero el Espíritu actuó efectivamente y nos dejó lelos: el cardenal Prevost logró concitar a la mayoría en torno suyo.

Sorprendió que volviese a las tradicionales vestimentas del Papa electo. Con ello tranquilizó a unos cuantos. Pero como Francisco, se quedó con los zapatos negros y con ese gesto tan sencillo, tranquilizó al resto. Evidenció así, de modo tan simple, que es un hombre con sello propio, auténtico y libre, que combina la tradición con las nuevas formas. 

Sorprendió su nombre. Como cuando Ratzinger escogió a Benedicto que parecía una vuelta al pasado, pero que no era otra cosa sino querer expresar su preocupación por la vieja Europa, enclave estratégico de evangelización convertida ahora entre descreída y atea. León XIV también pareció ser nostalgia del pasado, pero en realidad lo que quiso mostrar fue hacer homenaje al Papa que con la encíclica Rerum Novarum fue el precursor de la sistematización de la centenaria doctrina social de la Iglesia, que comenzó ciertamente a renovar muchas cosas.

Sorprende su figura estilizada y su caminar ágil y jovial que ahora se entiende cuando nos enteramos de que es deportista, amante del tenis y que no se intimida cuando lo retan a una eventual partida del deporte blanco.

Sorprende que no se ha tomado un tiempo para asimilar su misión y conocer el oficio y sin tomar aún oficial posesión de su cargo ha asumido con tal naturalidad su rol que pareciera llevar ya meses si no años: salidas del Vaticano, eucaristías, encuentros espontáneos, audiencias públicas y privadas con discursos incluidos, anuncio de viajes, contactos políticos y religiosos con personajes, etc. Pareciera proseguir la agenda papal de su predecesor desarrollando todas las actividades previstas. Claro, tiene la ventaja de haber llevado dos meses en ese ámbito curial romano, lo que lo hace moverse como pez en el agua.

Me gusta este Papa. De seguro que nos seguirá sorprendiendo con sus palabras y sus gestos. Será muy interesante conocer más a fondo su pensamiento cuando exponga las líneas programáticas de su pontificado, se desplace a otras latitudes y comience a tomar posición frente a temas controversiales de todo orden. Sus electores quedaron satisfechos y quienes lo conocen de cerca hablan seguros de su talante. Seguirá siendo noticia de primera plana, no hay duda. Qué Dios lo bendiga y nos bendiga a través de su ministerio.