miércoles, 28 de mayo de 2025

¡Cómo traicionó su inconsciente a Héctor Carvajal!

José Alvear Sanín
José Alvear Sanín

Quienes todavía creen en la “solidez” de nuestras instituciones y piensan que ellas pueden impedir el autogolpe y la revolución, deben estar angustiados, considerando las consecuencias de la inconcebible elección del abogado personal de Petro como magistrado de la Corte Constitucional, cuando el deber de los senadores era rechazar de plano la terna de activistas propuesta y exigir una de auténticos constitucionalistas.

El penalista Carvajal, desde luego carente de preparación en el ramo constitucional, logró 66 votos en el Senado, depositados por 29 petristas y por 37 de otros partidos —del Centro Democrático, liberales, conservadores y de Cambio Radical—, precisamente en la semana en que, por parte del patrocinador del elegido menudearon insultos y amenazas contra los senadores.

¡Cómo puede pasar esto cuando se insiste en una segunda “Consulta popular” que, si pasa, significa simplemente la sumisión del Legislativo al Ejecutivo, la extinción de la democracia y la muerte de la Carta Política!

El plan de Petro es transparente: si logra controlar la Corte Constitucional, su “proceso constituyente popular”, tumultuario y subversivo, será legitimado por ese organismo, asegurando así el pleno éxito del autogolpe y la reelección, dentro de su nueva carta leninista para la República Bolivariana y Aureliana de Colombia.

Entonces, con plena advertencia y pleno consentimiento, el Senado allana el camino de la revolución y la consiguiente desgracia del país.

Si los 37 votaron por simpatía, estamos ante un caso trágico de estupidez; pero si lo hicieron sobornados, nos encontramos ante un inconcebible abismo de inmoralidad.

Mientras contemplo el futuro de Colombia bajo una Corte Constitucional al servicio de la revolución, hay quienes me dicen que no me preocupe, porque es posible que Carvajal actúe dentro del decoro profesional, en vez de prevaricar.

¡Con esa misma vana ilusión muchos celebraron la elección de la fiscal Camargo...!

¿Qué puede esperarse del abogado de Petro? Todos sabemos que los abogados se conocen por sus clientes. El defensor de todas las trasgresiones legales y morales de Petro a lo largo de los años no es mejor que su cliente, quien además lo ha enriquecido con astronómicos honorarios pagados en defensa del Estado.

¡Tal para cual! ¡Qué lejos estamos de aquel ascético abogado de Medellín en cuyo despacho un aviso advertía: ¡El doctor Restrepo no acepta negocios que manchen!

Una y otra vez se oye decir que no se hace inmoral el abogado por defender delincuentes, estafadores y ladrones, o por ingeniar estratagemas para violar la Ley y enriquecer al cliente, porque “ese es su oficio”.

Con ese sofisma abyecto he oído ya defender a Carvajal, porque dizque “era el menos malo” de la proterva terna petrista, y también porque ha defendido clientes decentes.

No es inoportuno, analizando a Carvajal, recordar cómo Freud develó de manera incontrovertible el significado del lapsus linguae. Todos pudimos ver en el minuto 3:38 del video viral que circula sobre su posesión, cómo comete uno bien significativo y aterrador, porque anuncia que decidirá “sin ninguna imparcialidad” en su cargo.

¡En efecto, eso es lo que de él se espera!