Luis Alfonso García Carmona
Los primeros pasos
son el comienzo de la vida, pero también representan el inicio de una nueva
actitud, o la adopción de una toma de conciencia para el resto de
nuestra existencia.
Cuando repasamos
el panorama nacional, la realidad nos golpea con una inacabable cadena de
escándalos, actos de corrupción, desamparo de la población frente a la
criminalidad, inseguridad de las personas y los bienes, engaños y fraudes a la
opinión pública, desmoronamiento de las fuerzas del orden, intromisión de la
politiquería y de la delincuencia en las decisiones judiciales, destrucción de
la salud y la seguridad social, caos en la economía y en la gestión de los
recursos del país, imperio del narcotráfico, el terrorismo y el contrabando, fallas
protuberantes en la educación de los jóvenes y en la protección del núcleo
familiar, oscuro futuro en la producción de energía y el suministro de gas y
combustibles, crecimiento del desempleo y la miseria y, en fin, paralización
del desarrollo económico y social.
Es una bien
conocida tragedia que rechaza la mayoría de la sociedad colombiana, como lo
señalan las encuestas de opinión y el clamor nacional que grita “Fuera,
Petro” en cualquier reunión pública o privada.
No nos explicamos que
semejante catástrofe, nunca vivida en toda nuestra historia como nación
independiente, no haya merecido la atención prioritaria, activa y entusiasta
por parte de la dirigencia política, los gremios económicos, los políticos en
ejercicio, los aspirantes a la Presidencia y al Congreso, los medios de
comunicación y todos aquellos que, por su destacada posición, tienen la obligación
de orientar a la opinión nacional.
Nos corresponde entonces
a los ciudadanos comunes y corrientes agruparnos para convertirnos en una respetable
fuerza que pese en el concierto nacional. Le hablo a las asociaciones y
grupos cívicos de resistencia, a los que marchan en las protestas, a quienes se
mueven en las redes sociales, a los veteranos de la fuerza pública, a los jubilados
y a quienes actualmente cotizan para acceder algún día a una pensión digna, a
los jóvenes que no ven posibilidades ni futuro en un país descuadernado por las
falsas promesas, a las amas de casa que desean lo mejor para sus hijos, a los
que están sufriendo por la ineptitud y corrupción de este infame desgobierno.
El
primer paso debe ser agruparnos. La unión que queremos no
es la de los caciques que buscan continuar usufructuando el poder en su propio
beneficio, sino la de los ciudadanos independientes, inermes frente a un
régimen tiránico y dañino, que sólo busca atornillarse indefinidamente en el
poder.
Segundo paso debe
ser integrar todos nuestros contactos a esta legión patriótica, ¿Cómo
hacerlo? Ingresa diariamente o cada que puedas al link www.alianzareconstruccioncolombia.org. Puedes suscribirte para que te llegue a tu correo o copiar el enlace en
la ventana de favoritos para que lo veas al abrir tu correo.
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a todos tus contactos de WhatsApp, e-mail y demás redes sociales.
Cada que veas un comentario o una noticia de interés, envíasela a tus contactos
y establece un intercambio de información con cada uno. Vas a convertirte en el
centurión de una parte de esta patriótica legión, de colaboradores que se
convertirán en la incontenible fuerza que sustituirá la abulia y cobardía de
nuestros llamados “dirigentes”.
Dejemos ya de
criticar o de quejarnos de nuestra desgracia. No le echemos la culpa a los
demás. Somos nosotros los artífices de nuestro propio destino. Te invito
a que demos estos primeros pasos.