lunes, 28 de octubre de 2024

Una naciente esperanza

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

Un aire fresco empieza a recorrer los escenarios donde se ha alcanzado a filtrar la aparición de un nuevo candidato a la Presidencia, diferente a todos que, al parecer, colma las aspiraciones de las grandes mayorías del electorado.

Se trata del ingeniero y empresario antioqueño Santiago Botero Jaramillo. Su nombre es prácticamente desconocido pues se ha movido en sus escasos 50 años en el medio empresarial, especialmente en el sector financiero, apartado de la actividad política.

En forma pausada y coloquial ha explicado que, después de un exitoso recorrido en el mundo empresarial sintió que su deber como ciudadano y como creyente en el mensaje evangélico lo ha llamado para ser el “vehículo” por medio del que Dios “haga milagros”. (W Radio, 09/10/2024)

Quiere aportar a sus compatriotas sus conocimientos como líder empresarial, su experiencia en la dirección y formación de personal, y, además, sus propios recursos económicos. Recordó que como empresarios siempre ha sido “generador de riqueza”, por lo que afirmó que usará sus talentos para mejor la calidad de vida de los colombianos.

Cree firmemente en la defensa de la propiedad privada y en la libre empresa, en el Estado de derecho y el respeto a la democracia, en la garantía de la vida y la seguridad para los colombianos, en el desarrollo económico como medio para la creación de empleo y para desterrar la miseria. Rebajará impuestos y el IVA para fomentar la generación de empleos y mejorar las condiciones de vida de la población.

No dudamos en colocar nuestras esperanzas en esta promisoria opción por las siguientes razones:

1. Enfrentamos una batalla cultural para restaurar los valores y principios tutelares que el régimen actual nos quiere arrebatar. Para esa batalla se requiere un líder con carácter, con sólidas creencias, capaz de enfrentar con éxito no sólo a la extrema izquierda, estructurada para instigar a la lucha de clases y destruir el capitalismo, sino, también, a las vetustas dirigencias corruptas, escudadas en una pacata democracia para seguir lucrándose del Estado en perjuicio del pueblo.

2. Ante el avance de la criminalidad, la inseguridad, la impunidad y la tolerancia con el narcotráfico, necesitamos un cambio de orientación en el Gobierno que persiga efectivamente las actividades ilícitas y restablezca la tranquilidad en campos y ciudades. Es lo que nos augura Santiago Botero con su equipo: El que no cumpla la ley se irá a la cárcel o pasará a mejor vida, se acaban ellos (los criminales) o yo”.

3. No podemos continuar en barrena hacia la recesión con medidas como las de prohibir la explotación de petróleo, gastar a manos llenas con un presupuesto desfinanciado, desbaratar el sistema de salud, colocar en peligro la estabilidad energética y otras iniciativas sin sentido. Ahí es donde Santiago Botero con su equipo seleccionado con un elevado perfil y no por su fanatismo ideológico, puede enderezar el rumbo económico del país.

4. La corrupción, el desgreño administrativo, los gastos exorbitantes, los proyectos sin viabilidad generan un déficit fiscal que el camarada presidente pretende enjugar con más reformas tributarias serán cosa del pasado con Botero, quien practicará en su gobierno algo que nos hace falta. La transparencia. Todos conoceremos con anticipación los nombres del equipo de lujo que le acompañará en el Gobierno.

5. Financiará la mayor parte de su campaña con recursos propios para así no depender de nadie. No le voy a vender el alma a nadie, quiero que esto sea muy transparente y nunca vamos a estar en la situación en la que está el presidente (Petro)”, afirmó.

6. La vieja aspiración de la unidad se podrá cumplir con este candidato que quiere recibir a todo aquel que de buena fe quiera trabajar por Colombia, sin ninguna clase de vetos por razón de su procedencia ideológica. Solamente quienes estén al margen de la ley, es decir, los malos, no tienen cabida en su proyecto: Hoy en día no es la izquierda contra la derecha, quiero que menos colombianos se quieran ir del país, dijo.

7. Y, agregaría una razón más para darle la oportunidad a este destacado líder: ha llegado para Colombia, después de haber tocado fondo, el momento de salir de este abismo y empezar a trabajar para convertirnos en una gran potencia. Se lo debemos a nuestros compatriotas y a las futuras generaciones. Nadie mejor que un gerente idóneo para generar riqueza, independiente de los viejos vicios políticos, con un carácter a toda prueba y una sólida formación en valores espirituales para sacar este proyecto adelante. Yo ya estoy en este bus de la unidad. Y tú ¿cuándo nos acompañarás?