Lo que acaba de suceder en la
Cancillería con respecto al tema de los pasaportes deja muy mal parado al presidente,
al excanciller y al actual canciller.
Que un tema contractual con una
empresa extranjera seria como Thomas Greg & Sons, con toda la experiencia
del mundo, que por varios años le ha servido de proveedor al Estado sin queja
alguna, haya llevado a la salida de un canciller, el cambio de embajador en
Estados Unidos, el nombramiento de un nuevo canciller, el pronunciamiento de
los órganos de control, la presentación de demandas entre los actores, para que
al final, con el rabo entre las piernas, el Gobierno de Colombia tenga que
pedirle cacao a la empresa para que, siendo “asesora”, de acuerdo con lo
acordado el pasado 27 de agosto, siga prestando el servicio por un año más, de
acuerdo con la prórroga convenida, después de denigrar de ella, demuestra de
manera palpable lo que es este Gobierno: un circo lleno de payasos malos.
No hay derecho a un comportamiento tan poco serio, tan irresponsable, pero además tan mediático, tan complejo en temas de relaciones internacionales y, ante todo, tan mal manejado, sin contar las implicaciones económicas que con seguridad las va a tener.
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Qué Gobierno tan ruidoso, tan
escandaloso, tan mediático, tan amigo de las redes sociales, tan ineficiente…
¡Tan mediocre!
Casi todas las acciones de este Gobierno
muestran un ciclo que gira alrededor de un escándalo, de corrupción, de trinos,
de pocos resultados y de una estrategia permanente que pretende generar
desconcierto, confusión y a veces miedo, a partir de propuestas improvisadas o amenazas,
con el fin de distraer a la atención pública de los verdaderos problemas que
enfrentamos y que no se resuelven y permitir el desarrollo de su agenda
particular (¿y oculta?).
Miremos por ejemplo el escándalo
de los carrotanques. Independientemente a la catástrofe ética, legal y
gerencial de lo sucedido en el DAGRD que tiene su origen y responsabilidad en
el presidente por nombrar funcionarios con pasado oscuro, la mayoría de los
casos sin experiencia ni afinidad profesional en el tema para el cual son
nombrados, incompetentes y corruptos, la voluntad por solucionar los verdaderos
problemas no se da ni se ve por ninguna parte.
Una cosa es la acción legal en
trámite y la otra el poner a funcionar esos benditos carrotanques antes de que
el tema de La Guajira pase de castaño a oscuro y en algún momento del tiempo,
con toda la razón del mundo, allí se dé una explosión social con cualquier tipo
de consecuencias, todas ellas nefastas, que pueden llegar a suceder.
¿Qué sentirán las comunidades de
La Guajira al ver los carrotanques parqueados al aire libre hace ya varios
meses, en un lugar donde la salinidad atenta contra el buen estado de los
vehículos y donde la explicación para tenerlos inmovilizados es que hay un
problema con las pólizas y la gente sedienta? ¡Irresponsables y poco solidarios!
¿Dónde están los órganos de
control, siempre tan atentos para dar entrevistas, declaraciones y
explicaciones post mortem para ayudar a desenredar esta madeja?
¡Ineficientes y complacientes!
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Pasando a otros asuntos, ya
Urabá no será la sede de los Juegos Nacionales del 2027. Los realizarán
conjuntamente los departamentos de Sucre y de Córdoba.
Desde la Gobernación anterior se
había comenzado la promoción y el trámite para alcanzar dicha sede, como un
reconocimiento más que justo a una región prolija en deportistas exitosos que
muchos triunfos le han dado al departamento y al país, pero no se logró.
Ingenuamente espero que no haya sido por retaliación del Gobierno por ciertas
posturas asumidas desde Antioquia.
Comencemos desde ya a trabajar
para lograr la sede de los Juegos Nacionales subsiguientes. ¡Pilas pues señores
de Indeportes Antioquia!
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Soy seguidor del Noticiero
CM& y me ha molestado su postura con respecto a una iniciativa exitosa que
mostraba su real compromiso con la lucha contra la corrupción, como lo era el
espacio dedicado semanalmente a denunciar los elefantes blancos que se
encuentran a lo largo y ancho del territorio nacional.
De un momento a otro fue
suspendido sin explicación alguna. De ingenuo le escribí al defensor del
Televidente del Canal Uno y no he recibido respuesta alguna, lo cual evidencia
la dejada de constancia para la que sirven estas figuras tan poco eficientes y
mal educadas.
Recientemente, y ante la llegada
de nuevo al cargo del señor contralor general de la República, se anunció con
anticipación, mediante campaña de expectativa, que reaparecería la sección, esta
vez de manera conjunta entre la Contraloría General de la Nación y CM&.
Este anuncio llevó a que se presentaran 2 o 3 programas y de nuevo,
intempestivamente, fue retirada del aire.
¿Es que denunciar la corrupción
atrae así de problemas y de pronto de amenazas?
Personalmente, no lo pongo en
duda.
¡Qué lástima!
¡Apague y vámonos!