jueves, 29 de agosto de 2024

Sector privado, generador de bienestar y responsabilidad social

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

Tres emociones en un mismo día.

El jueves pasado tuve la oportunidad de asistir al foro que, sobre responsabilidad social, convocó El Colombiano. Impresionante asistencia, en su mayoría mujeres, más de 1.200 personas entre presenciales y virtuales. Emocionantes las experiencias compartidas por las empresas asistentes. La generación de bienestar y de sostenibilidad del sector empresarial colombiano va en serio, está en el ADN de grandes medianos y pequeños, todos unidos, apoyándose unos a otros, luchan día a día, por la sostenibilidad, llevando bienestar a la sociedad con los bienes y servicios producidos, contribuyendo con el medio ambiente, la equidad de género, la igualdad, la educación, la capacitación… son miles de historias que nos dejan felices y tranquilos al conocer todo lo que hacen nuestros empresarios por las diferentes comunidades de sus entornos.

Hay empresas trabajando por sustituir los fogones de leña de más de 1.500.000 hogares rurales.

Otras están capacitando a cientos de reinsertados y mujeres, como mecánicos de motos, para que monten sus propios talleres en los rincones más recónditos de Colombia.

Las mineras están reforestando y enseñando apicultura y piscicultura, como alternativas en las zonas explotadas.

Cambian neveras viejas por las ahorradoras de energía gracias a las de nueva tecnología.

Están las que recogen todo el plástico, el pet, el cartón, con los recicladores que recorren día a día nuestras calles.

Algunas trabajan en el mejoramiento de viviendas en asocio con el sector público.

Son miles de historias que nos muestran un sector privado en movimiento, respondiéndole efectivamente con hechos y acciones al bienestar de los colombianos.

Más feliz me puse ese mismo jueves, al asistir al Concejo de Medellín al acto de reconocimiento a varias personas y entidades, por el trabajo que realizan por el cuidado y bienestar, sobre todo, de los más necesitados.

Fundaciones activas en el cuidado y educación de nuestros niños huérfanos, muy pobres, hijos de la prostitución o de la indigencia.

Fundaciones dedicadas al cuidado y prevención de la trata de personas, niños, adolescentes, jóvenes y mayores de edad, sometidos a la explotación sexual.

Fundaciones ayudando en la detección temprana y manejo del cáncer de mama.

Empresas y personas dedicadas a la promoción y educación en la gastronomía, el baile, la música, etcétera.

El mismo jueves llevamos a los nietos al polideportivo de Envigado; impresionante lo que este municipio, en compañía de las diferentes ligas privadas, están haciendo por nuestros niños y jóvenes, cientos de ellos trabajando, aprendiendo y entrenando, uniformados, fútbol, tenis, bicicrós, gimnasia, en fin, en todas las disciplinas deportivas.

Bastó un solo día, para confirmar, sobre el terreno, el trabajo permanente desplegado por nuestros empresarios, nuestras fundaciones, nuestras ligas deportivas, trabajo que se hace más efectivo, cuando se logran unir los esfuerzos con el sector público.

Demos gracias al Creador, por las empresas, fundaciones y ligas deportivas que trabajan incansablemente, por el bienestar y desarrollo de los colombianos.