Andrés de Bedout Jaramillo
Hoy, el Concejo de Medellín y la Junta Directiva
del conglomerado económico de nuestra ciudad, tiene la gran responsabilidad de decidir
si autoriza la venta de las acciones que tienen EPM y el Inder, en UNE, participación
que surgió de la fusión de Edatel, TIGO y Orbitel, y que, en asocio con la privada
Millicon, cuenta con unos 8.000.000 de usuarios en internet, televisión y telefonía
celular y fija.
Las telecomunicaciones en el mundo avanzan a una
velocidad increíble, lo que hace que sus operadores tengan que contar con un músculo
financiero muy fuerte y con una gran cantidad de usuarios y suscriptores, que les
permita la sostenibilidad del negocio, enfrentados a una muy rápida reposición de
equipos y tecnologías, habida consideración de la obsolescencia de tecnologías y
equipos.
En el mundo, las telecomunicaciones, desde hace
muchos años, pasaron al sector privado, el sector público se ocupa del manejo y
cobro por la utilización del espectro electromagnético por el que caminan las telecomunicaciones,
con sus diferentes tecnologías y equipos requeridos.
Todas las diferentes plataformas por las que hoy
nos comunicamos a nivel global, pertenecen a grandes conglomerados económicos, pero
el espectro electromagnético es del Estado y para el caso Colombia, lo maneja el
Ministerio de las TICS.
Si el Concejo de la ciudad aprueba la venta de las
acciones que EPM tiene en UNE, no solamente estaríamos logrando una desinversión
necesaria, contribuyendo a que, en Colombia, Claro, pueda contar con un competidor
de respeto, pues Millicon además de UNE, compraría también a Movistar, convirtiéndose
en una más poderosa empresa y evitándo el riesgo de un monopolio en las telecomunicaciones
en nuestro país.
El proceso de desinversión de las acciones de EPM
en UNE tardará hasta el año 2026, para llevarla a feliz término, con todos los obstáculos
a superar, siempre y cuando el Concejo de la ciudad autorice la enajenación, ojalá
total, de las acciones.
El valor en libros de estas acciones es de 1,6 billones
de pesos y se está adelantando el proceso de valoración correspondiente, que permitirá
a los expertos negociadores de EPM, bajo la dirección de la gerencia y la Junta
Directiva, definir el valor actual y justo, en esta necesaria desinversión.
Es entendible que en la socialización y debate de
este proyecto de acuerdo se quieran revisar otras materias diferentes a la desinversión
propuesta por EPM, sobre las que seguramente se darán las explicaciones debidas,
pero el foco se debe mantener en la conveniencia o no de la desinversión solicitada,
independientemente de la opinión y resultados que se tengan sobre otras inversiones
en servicios públicos diferentes al de las telecomunicaciones.
También se querrá amarrar la destinación del producido
de la venta, donde ya existen unas interesantes propuestas y podrían existir otras
más, pero tengamos en cuenta que este producido, ingresaría directamente al patrimonio
de EPM, que definiría la distribución para financiar las necesidades de los servicios
públicos de energía, gas, acueducto, alcantarillado y aseo que actualmente presta
a las diferentes comunidades de nuestro departamento y nuestro país.
Afortunadamente más del 70% de los ciudadanos de
Medellín, dueño del conglomerado económico al que pertenecen nuestras EPM, logramos
recuperar el rumbo de la ciudad y de nuestras empresas, con una administración seria
y responsable, que nos genera toda la confianza en la toma de las decisiones importantes
para nuestro bienestar, como lo es este proceso de desinversión propuesto.
Como antioqueños, damos gracias a Dios, por las
bendiciones recibidas, dotándonos de esta gran empresa, destinada a nuestro bienestar.