Todo parece indicar que nuestros hermanos venezolanos, por
fin, luego de más de 20 años de destrucción, expulsión y sufrimiento; van a
poder sacar a su nefasto dictador, para iniciar la reconstrucción de su país.
Tendrán que salir a votar masiva y muy mayoritariamente,
para poder lograr su cometido liberador, porque Maduro está resuelto a no
permitir su salida del poder y seguirá encarcelando encarcelando a todas las
personas que en una u otra forma ayuden a María Corina y a Edmundo. Ya se ve
tan perdido que está amenazando con ríos de sangre si no votan por él.
La liberación de Venezuela está cerca y con ella el regreso
de millones de venezolanos que tuvieron que abandonar su país. Venezuela dejará
de ser el refugio de las narcoguerrillas y demás delincuentes y corruptos que
allí encontraron protección y amparo, lo cual impedirá que continúen en sus
destructivas y dañinas andanzas.
Derrotado el dictador, cesarán las sanciones internacionales
y podrá regresar la inversión extranjera y muchas empresas que fueron
expulsadas y expropiadas. Esto generará empleo y bienestar a los hermanos
venezolanos. Ojalá puedan recuperar los miles de millones de dólares que se
llevaron los dictadores, sus familiares y amigos, en su carrera sistemática de
saqueo de las arcas públicas.
Se acabarán los discursos de odio, mentiras y engaños a los
que Maduro tenía sometido a su pueblo, obligándolos a migrar a otros países,
corriendo todo tipo de riesgos y dificultades, en la búsqueda de oportunidades
de supervivencia.
Venezuela, donde nació nuestro libertador Bolívar, volverá a
ser la potencia petrolera, que tanta riqueza y desarrollo brindó al país. Podrá
reconstruir su democracia, el funcionamiento y configuración de sus tribunales
y cortes, de sus poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
Podrá reconstruir toda su infraestructura en salud,
educación, vías, servicios públicos, etcétera, destruida por las corruptas,
irresponsables e ineficientes administraciones de Chávez y Maduro; fueron dos
presidentes seguidos, dedicados a satisfacer sus intereses particulares,
sembrando el odio de clases, el malestar social, el irrespeto y la
desconfianza, olvidando por completo el interés general, llevándolos a la
destrucción total, de un país tan rico.
Venezolanos, ánimo, están cerca de lograrlo, la victoria
tiene que ser aplastante, para que el tirano no pueda ni respirar en su acción
de tratar de robarse otra vez las elecciones.
Desde Colombia, donde estamos viviendo, en forma acelerada,
lo que ustedes vivieron durante más de 20 años, pedimos al creador, una derrota
estruendosa al régimen de Maduro, en pro de la liberación y reconstrucción de
la hermana Venezuela.