Andrés de Bedout Jaramillo
Tenemos que iniciar un arduo trabajo de perdón y reconciliación, entre las diferentes fuerzas que no estamos de acuerdo con los actuares del Gobierno actual y que
estamos convencidos de la necesidad de la reconstrucción del país.
Para que los líderes precandidatos, sientan el ambiente propicio de auto convocatoria, con miras al perdón mutuo y la
reconciliación entre ellos, es necesario que nosotros los ciudadanos que los rodeamos, reconozcamos nuestros errores, nos perdonemos y nos reconciliemos. Si esto no sucede, no tendremos la fuerza ni la unidad necesaria para conquistar el poder que permita la reconstrucción del país.
Tengamos en cuenta que, en estos momentos, todos somos necesarios, que la unión hace la fuerza.
Todos hemos cometido errores, pero no es tiempo de mirar para atrás.
Generado este ambiente de perdón y reconciliación, los precandidatos se reunirán y entenderán su misión de cara a la fijación de unas reglas y mecanismos que los lleve, a través de una consulta, a definir candidato o candidata, único, a la Presidencia; inclusive, podría ser, que él o ella, que quede de segundo en la consulta, podría ser el candidato o candidata, a la vicepresidencia y los demás precandidatos que participen, estar totalmente dispuestos y comprometidos, a participar en la campaña, en la construcción del programa de Gobierno y a
asumir los cargos de ministros, directores de departamentos, etcétera
, del alto Gobierno.
En mi humilde opinión, si no logramos el perdón y la reconciliación, con miras a la unión, entre los que vemos cómo se está destruyendo nuestro país, difícilmente podremos detener, la veloz carrera que
vivimos para terminar como un Venezuela, para no ir muy lejos.
La reconstrucción y mejora de todo lo construido, en nuestros años de historia, será tarea de titanes, exigirá muchos sacrificios y por supuesto la participación de todos, donde nuestros líderes precandidatos, despojados de egos, mostrarán su nobleza, su entereza, su inteligencia, su experiencia, su compromiso, su honradez y su definitivo interés por anteponer el interés general sobre el interés particular.
Estamos a tiempo con miras al 2026, pero tenemos que caminar rápido. ¿Qué tal que se dé el juicio político y se adelanten las elecciones? No nos pueden coger con los calzones abajo, como se dice vulgarmente; pongámonos las pilas. Así como todos unidos, sin distingo alguno, nos auto convocamos y salimos a las marchas pacíficas de protesta, también podemos, sin distingo alguno, perdonarnos y reconciliarnos, para unidos, definir candidato o candidata único y al equipo para la reconstrucción del país; esto permitirá
la coherencia entre las marchas y la reconstrucción de Colombia.
No es coherente marchar unidos y agarrarnos de las mechas en las elecciones y no lograr la unidad y la fuerza necesaria para conquistar
la Presidencia de la República de Colombia.
Son muchos los pasajes de la Biblia que nos darían la razón en lo que proponemos; dependemos de nuestro buen comportamiento para triunfar.