Por José Alvear Sanín
Mi lema es sencillo: ¡Me importa un comino!
(M.I.U.C.):
*La Constitución y la Ley siempre me importaron
un comino...
*La verdad siempre me importó un comino, como
puede ver quien lea mi autobiografía o mis escritos sobre la toma del Palacio
de Justicia...
*Mi importó un comino la formación de mi primer
hijo... ¡Bastó con el buen ejemplo...!
*Me importó un comino que me filmaran borracho.
¡El hígado es mío!
*¡Me importó un comino que me filmaran empacando
billetes en bolsas de basura!
*¡Me importa un comino decir que el petróleo y
el carbón son peores que la coca!
*Mi importó un comino nombrar a los más
incapaces, impreparados, o con antecedentes, en los más altos cargos del
Estado...
*Me importó un comino que Laura y Armando se
sacaran los trapitos al sol... y que el costeño hablara de los 15.000 millones...
*Me importó un comino que el coronel Dávila se
suicidara...
*Me importó un comino que Daysuris denunciara
que Nicolás le había robado centenares de millones de pesos a dos
contrabandistas que querían colaborar con mi campaña...
*Me importa un comino twitear sin pensar, todos
los días...
*Me importa un comino que terroristas y
paramilitares impongan su dictadura en vastos territorios del país...
*Me importa un comino haber eliminado cualquier
vestigio de lucha contra el narcotráfico...
*Me importa un comino haber levantado la
bandera blanca frente a los narcotraficantes.
*Me importa un comino llegar siempre con horas
de retardo a compromisos oficiales, o no aparecer, aunque los pacientes
ciudadanos esperen y desesperen.
*Me importa un comino dejar a los prestadores
de salud sin recursos, aunque se mueran los pacientes...
*Me importa un comino haber sobrepasado en
centenares de millones los topes electorales...
*Me importa un comino volar y volar por cuenta
de los contribuyentes, en vez de sentarme a trabajar...
*Me importa un comino desaparecer días enteros
para poder disfrutar mi secreta, pero prioritaria agenda privada...
*Me importan un comino los resultados de las
elecciones del 29 de octubre..., que yo gané.
¿Me va entonces a importar ahora que una
vieja se pregunte si soy drogadicto? ¡la nariz es mía!