jueves, 14 de septiembre de 2023

Relleno sanitario La Pradera

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Tuve bajo mi responsabilidad el manejo de las Empresas Varias de Medellín por cerca de 8 años. Cuando llegue en el 2004, el relleno sanitario La Curva de Rodas, recién se había clausurado y el relleno sanitario de la Pradera, ya había colmado la capacidad del vaso de la carrilera. En el primero, debíamos adelantar las obras correspondientes a la posclausura, y en el segundo, además de las obras de clausura y posclausura, del vaso de la Carrilera, debíamos adelantar las obras de construcción del vaso de La Música. Todo esto mientras la empresa, lidiando con un parque automotor que ya había cumplido su vida útil en la recolección de los residuos de la ciudad, debía seguir generando los dineros suficientes para pagar como dos mil millones de pesos mensuales a sus jubilados, sumado a que la nueva regulación tarifaria le reducía los ingresos en más del 25% y las regulaciones ambientales la obligaban a mantener un contrato de separación de residuos en el relleno, que costaba cerca de mil millones mensuales, que no estaban contemplados en la tarifa, además del casi nulo beneficio ambiental al tener que enterrar la gran mayoría de lo separado, por el alto grado de contaminación en que se encontraba.

La situación descrita, hacia muy difícil poder mantener a Medellín limpia y a las Empresas Varias vivas, y más cuando la Súper Intendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, nos exigía un plan de mejoramiento que permitiera el cumplimiento a lo establecido en la ley 142 de 1994 de los servicios públicos domiciliarios, para que la empresa contara sólo con los activos afectos al servicio público de aseo, y buscara como arreglar el problema de los pensionados.

Fue ahí cuando creamos la APEV (Administradora de Pensiones de Las Empresas Varias) gracias a un acuerdo municipal tramitado ante el Concejo de la época, después de obtener la aprobación de traslado al Municipio de Medellín, de cerca de más de dos mil jubilados, al igual que los activos de respaldo, de mucho y suficiente valor comercial y difícil negociabilidad, por tratarse de las plazas de mercado (Mayorista, Minorista, Flórez, América, Campo Valdés), Feria de Ganado, matadero (Central Ganadera) y participaciones en otras empresas del municipio, etc.

Mientras todo esto sucedía, el vaso de La Música se llenaba y se construía El Vaso de Altair, que hoy está a punto de colmar, al parecer, su vida útil. De pronto se pueda extender su capacidad, lo cual lo determina el volumen de las basuras depositadas, volumen que, con el paso del tiempo, la descomposición, la generación de lixiviados y gases y su extracción, se aumenta, permitiendo el ingreso de más basura, mientras se termina la construcción del vaso La Piñuela, que hoy, supuestamente debería estar muy adelantado.

Es que construir un vaso de disposición final de residuos, implica adecuaciones del terreno, en alguna forma parecidas a la construcción de una presa para una hidroeléctrica, donde además de las conducciones de aguas, se requiere de filtros e infraestructuras para conducción y manejo de lixiviados y gases, además del material de cobertura para una vez se empiecen a llevar las basuras al sitio de disposición final.

La Piñuela, permitirá unos años más de relleno sanitario y si se adquieren terrenos vecinos, se podrá pensar en uno o dos vasos más. Pero recordemos que el tiempo pasa muy rápido y es necesario industrializar a pequeña, mediana y gran escala, la producción de abono, con los residuos orgánicos separados en la fuente, residuos que representan el casi 60% de las basuras, que una vez procesadas, generan el 40% de abonos para regenerar tierras, cultivar y reforestar. Por cada 1.000 toneladas de residuos orgánicos procesados, 50 volquetas doble troqué, salen 400 toneladas de abono orgánico, 20 volquetas doble troqué.

Empresas Varias, siempre se estuvo preparando para pasar al grupo EPM, donde su futuro, dentro del manejo del saneamiento básico (acueducto, alcantarillado y aseo), es bien prometedor. Mientras se daba esta situación y se analizaban propuestas de otras empresas, logramos mantener a Medellín limpio y a Empresas Varias vivas.

Gracias a Nuestro Señor Jesucristo que nos dio la oportunidad, fortaleza y la paciencia suficiente para lograr el cometido.