Por Andrés de Bedout Jaramillo
Todo parece
indicar que Colombia podrá superar la dañina y nefasta presidencia de Gustavo Petro,
quien engañó, engaña y seguirá engañando a los colombianos, que en su mayoría le
copiaron a sus mentiras y lo subieron al poder que nos está llevando al fracaso
como país, como sociedad. Esto sucederá siempre y cuando la Comisión de Acusaciones
de la Cámara de Representantes y El Consejo Electoral, asuman con prontitud y seriedad,
el cumplimiento de sus funciones constitucionales y legales.
El país necesita
recuperar la confianza en sus instituciones, estamos en la mejor de las oportunidades
para hacerlo y de una vez, enmendar el error de haber llevado a Petro a la presidencia
de Colombia.
Estamos en
manos de los poderes legislativo y judicial y yo confío en que aplicaran la constitución
y la ley. De no ser así estarían acelerando la destrucción de nuestro país, iniciada
hace un año por el presidente Petro, quien tiene ya muy maltrecha la confianza de
los colombianos en el poder ejecutivo del Estado y muy especialmente en la institución
de la Presidencia de la República.
Sería muy
importante, sendos informes detallados de los presidentes de la Comisión de Acusaciones
y del Consejo Electoral, sobre el estado actual de los procesos contra el presidente
Petro y el cronograma de su continuidad, con los nuevos hechos conocidos por la
Fiscalía, informes que deben ser de cara al país. No puede seguir siendo disculpa
el hecho de que en situaciones aparentemente parecidas, no pasó nada y por ende
igual resultado obtendremos acá, impunidad absoluta, con el agravante, de que estamos
en manos de un Gobierno que no hace nada diferente a echar discursos por todo el
país, sin ejecutar el presupuesto, sin hacer obras de infraestructura, sin darle
mantenimiento a las vías nacionales, sin construir vías terciarias, sin entregar
los subsidios para las viviendas de interés social, sin atender las necesidades
de los niños y ancianos, que no cumple con nada de lo que propone, desconociendo
a los sectores productivos, industriales, agrícolas, comerciales, turísticos, energéticos,
sociales, etc., incentivando el odio de clases, fomentando la desunión entre los
colombianos, desconociendo todo lo construido, mejor dicho, es como si nos hubiese
caído la peste, de la que más de un 70% de los colombianos nos queremos deshacer;
hoy tenemos la oportunidad, con la aplicación rápida de la constitución y la ley,
por parte de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y del Consejo
Electoral. Estas instituciones son la única arma de defensa que tenemos como sociedad,
en franca desventaja frente al poder de la Presidencia que hoy desacertadamente
nos Gobierna.
El interés
general pide juicio político al presidente y castigo para los responsables de los
diferentes delitos cometidos, por todos los actores, que en una u otra forma participaron
en la gran cantidad de hechos relatados por la Fiscalía y la Procuraduría.
Hoy más que
nunca Colombia necesita del accionar de sus instituciones, representadas por colombianos:
senadores, representantes, magistrados, jueces, fiscales, procuradores, contralores,
únicas autoridades que pueden frenar este rápido viaje al infierno al que nos están
llevando la ideología Petro y el séquito de corruptos que lo rodean.
Opino que,
gracias a Day, se destapó esta olla podrida, gracias a Laura y su bebé en camino,
Nicolás está teniendo el valor de contar toda la verdad, para que las autoridades
judiciales y de control, puedan tomar las decisiones que protejan el interés general
y permitan a Colombia recuperar la confianza en sus instituciones, en sus congresistas,
en sus magistrados, jueces, fiscales, personeros y procuradores. Estoy de acuerdo
con las solicitudes de la Fiscalía al juez de garantías, frente a la situación jurídica
de Day y de Nicolás.
Que Dios salve
a Colombia, iluminando y dando toda la fuerza necesaria a los funcionarios públicos,
que tienen en sus manos, este y todos los procesos que pongan fin a esta horrible
noche a la que nos tiene sometidos este ilegítimo e irresponsable gobierno de Petro.