lunes, 3 de abril de 2023

Las basuras


Por Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

Son materiales no deseados que tenemos que desechar. 

Cuando se me quiebra un empaque de vidrio, cuando desempaco el queso de su empaque de polietileno, cuando consumo la leche empacada en cartón, cuando pelo una naranja, un mango, un banano, estoy en poder de materiales no deseados que tengo que desechar, al igual, cuándo barro la casa, la calle, el parque, compro una camisa, unos zapatos, un televisor; mejor dicho, cualquier actividad que realice en mi diario vivir, genera materiales no deseados que tengo que desechar. 

El tema del manejo de las basuras no da más espera, las comunidades no quieren seguir separando las basuras para que en la recolección se vuelvan a juntar. 

Dependiendo en la forma como se desechen estos materiales no deseados y de la forma como estos sean recogidos, procesados y reutilizados, serán más o menos contaminantes. 

Lo único cierto es que a las basuras las queremos lejos de nosotros lo más rápido posible, no queremos tener cerca, ni a los recicladores haciendo separación o clasificación, ni una planta de producción de compost, ni a una estación de transferencia de basuras, y menos un relleno sanitario, cuando todas estas actividades son necesarias para que esos materiales no deseados los podamos desechar correctamente. 

Necesariamente la cadena tiene que ser perfecta, yo separo muy bien en la fuente, las empresas de recolección recogen por aparte y sin mezclar, las basuras orgánicas para hacer compost, las basuras reciclables para clasificarlas y las basuras ordinarias para llevarlas a los muy escasos rellenos sanitarios. 

Si seguimos mezclando las tres bolsas y haciendo solo la recolección que va a los rellenos, estamos tostados. 

Si la regulación tarifaria y los municipios no incentivan la sostenibilidad de las rutas de recolección y los procesos del reciclaje y del orgánico para compost, no le ganaremos la batalla a las BASURAS, principal factor contaminador del planeta. 

No hay rutas selectivas de recolección, hay pilotos, desafortunadamente no son sostenibles, ni suficientes. 

Si hacemos un balance de la cantidad de rellenos sanitarios, de plantas de producción de compost con los residuos orgánicos, de plantas de clasificación de basuras aprovechables y de la capacidad disponible en ellos, Colombia se raja y lo peor, estamos cerca de una emergencia ambiental y sanitaria. 

Es urgente que los gobiernos nacionales, departamentales y municipales, los gremios y las universidades, pongan en el listado de las prioridades el tema de las basuras, hay que revisar el tema regulatorio y tarifario, el tema normativo ambiental, el tema presupuestal, el tema cultural; no podemos permitir que las comunidades sigan desanimadas en hacer la separación en la fuente al ver que en la recolección se junten las tres bolsas. 

Hay esfuerzos puntuales de manejo de basuras, de admirar, de aplaudir, de imitar, que desafortunadamente no son suficientes. 

DIOS creó el universo y nos lo prestó para que nos sirviéramos de él y lo cuidáramos.