Por John Marulanda*
A la fecha, dos designaciones han sido confirmadas por el
presidente electo. Nombró ministro de Relaciones Exteriores al “conservador”
Álvaro Leyva. “Un prófugo con privilegios” que se pasea por Costa Rica, España
y Cuba, en permanente comunicación con los jefes de las FARC, según un
editorial de, creo, El Tiempo, que es claro en señalar al nuevo canciller, como
un delincuente con protección, gracias a sus gestiones para lograr el encuentro
del expresidente Pastrana y alias "Tirofijo" en enero de 1999. “Recuperar
con dignidad el sitio que nos corresponde” dijo el “operativo de las FARC”,
como lo rotuló la senadora María Fernanda Cabal.
Y está la del mayor general en retiro de la Policía
Nacional William René Salamanca como articulador del sistema del Ministerio de
Defensa actual o eventual creador de un nuevo Ministerio de la Seguridad
Ciudadana, si no le ponen a un civil como jefe o jefa. El general en retiro
Salamanca Ramírez, exinspector de su institución, exdirector de seguridad
ciudadana, agregado policial en Washington y exedecán presidencial, dio un paso
al costado argumentando serios riesgos contra su seguridad personal y la de su
familia, luego de un duro rifirrafe con el destituido director de la Policía Óscar
Atehortúa, por una eventual corrupción en unas casas fiscales en San Luis,
Tolima. Petro ha hablado de una reestructuración policial, que comprendería
desde el cambio de doctrina, la salida de esa fuerza del Ministerio de Defensa
y la eliminación del Esmad, un escuadrón cuestionado por abusos de fuerza.
Mientras tanto, los militares activos y en retiro fantasean con la ministra de
la Defensa, justo ahora que la fuerza pública perderá un componente, nuestra
apreciada policía, que como dijimos, junto con el Impec, migraciones y la DNI,
formarían un nuevo ministerio.
32 años después de haberse desmovilizado, Petro recibirá
honores militares, reconocimiento oficial de la FFMM a su comandante supremo.
El mando militar actual no enfrentó al M-19 en el campo de batalla, no tiene
resentimientos contra la banda que originó el holocausto del Palacio de
Justicia y nunca han tenido como comandante a un narcoterrorista. La inquietud
que produce Petro en los cuarteles, no se queda en la alta oficialidad: llega a
todos los niveles pues en la simplicidad conceptual de la guerra, todos ven al
mandatario electo como un exguerrillero. “Espero que el general que me rinda
honores lo haga de corazón” dijo en una reciente entrevista cuando, justo
ayer, el general Eduardo Zapateiro Altamiranda, soldado bachiller desde 1968, comandante
del Ejército, en una ceremonia militar en la escuela de soldados profesionales
en Nilo, Cundinamarca, anunció que dejará a su cargo el próximo 20 de julio,
inicio de las sesiones del nuevo Congreso. A los soldados hay que “mirarlos
a los ojos como si fueran sus hijos” (…) “…vienen del pueblo y se deben
al pueblo”, dijo.
Hace un par de semanas, el entonces candidato Petro envió
una carta a los soldados y policías prometiendo vivienda, salud y educación
dignas y aseguró que no tocará los regímenes especiales pensionales de los
miembros de la Fuerza Pública, algo ya en desarrollo en la vigente Ley del Veterano.
Con esas promesas, parece estar entendiéndose con la jerarquía, los soldados y
los policías, aunque no sabemos si aquí, como en Venezuela y Argentina, la
inflación deteriore la capacidad adquisitiva de las pensiones.
En el entretanto, la Comisión de la Verdad presentó su
informe sobre las causas de la endémica violencia colombiana, señalando al
Estado y a los militares como culpables directos del desbarajuste. Es la verdad
frente a la cual se opone la verdad del excomisionado Mayor (R) Carlos Ospina,
quien renunció por ser políticamente incorrecto, mientras el padrecito de Roux
anunciaba lo que oímos ayer.
En el campo geopolítico, el Foro de Sao Paulo, el Grupo de
Puebla y la izquierda transnacional presionarán políticamente para que el
presidente una vez posesionado, estreche lazos de amistad e intercambio con
China –ya en desarrollo–, Rusia, Irán y, por supuesto, la inefable Cuba.
Esperamos no tener que ver a instructores militares cubanos ni rusos en
nuestros cuarteles, como los hemos visto en Venezuela.
El caso crítico del nombramiento del nuevo ministro de Hacienda
nos deja en vilo, sabiendo que la reforma tributaria debe ser del orden de los
70 billones de pesos aproximadamente, que se deberán recolectar de entre los
aportes impositivos a todos los colombianos que ganen más de 3 millones de
pesos, según el economista Ricardo Bonilla, exsecretario de hacienda en la
Bogotá Humana.
Con los dos nombramientos antes mencionados y una plantilla
de 33 integrantes del equipo de empalme, avizoramos un unanimismo político que
nos lleva a preguntarnos lo que se pregunta la mitad del país: ¿Quién liderará
la oposición? Amenazante inquietud para el futuro de Colombia, ahora que hasta
los migrantes venezolanos están pensando seriamente en irse del país.
Días de grandes expectativas, alegrías y frustraciones nos
esperan. Nada será fácil, pero hasta los pájaros levantan el vuelo contra el
viento, dice un viejo aforismo aeronáutico.