Por Pedro Juan González Carvajal*
Como un perrito que trata de morderse la cola, la industria
de la aviación comercial en Colombia de los últimos años presenta una serie de
dinámicas recurrentes, nada originales y que siempre llevan a que el pez grande
se come al chico pero que ese pez grande se mantiene en crisis permanente y es
sujeto de períodos de aceptables, regulares y malos resultados.
Hagamos memoria con nombres propios: Avianca usa a su
filial SAM para conformar con ACES la llamada Alianza Summa, que finalmente
llevó a la desaparición tanto de SAM como de ACES.
Posteriormente Avianca absorbe a Helicol y se queda con
Tampa Cargo, compra a Aerogal, a Aero Unión y a TACA, hasta que en estos días
se habla de la fusión con la línea de bajo costo Viva Air, que también
desaparecerá.
En este proceso se salvó de ser tragada Aerorepública para
caer en manos de COPA.
En estos momentos está naciendo Ultra Air, que con absoluto
convencimiento vivirá el proceso y el ciclo de las empresas anteriormente
mencionadas.
A lo anterior se suma la nueva ecuación Avianca+Viva+Gol (de
Brasil).
Lo anterior no es una crítica, sino una breve reseña.
Los inversionistas dentro de un mercado abierto hacen negocios
y aquel que esté mejor preparado pues saldrá triunfante.
Las preguntas que quedan en el aire son ¿Y a todas estas el
gobierno colombiano les ha dado y les seguirá dando la mano a estos actores?
¿Bajo estas estrategias y estos métodos de negocio, sí se crea valor o este
valor es destruido sistemáticamente? ¿Sigue siendo vigente la visión
nacionalista de que cada país debe tener su propia aerolínea?
Una visión semejante se presenta en el factor de las
gaseosas, los jugos naturales, las cervezas y las tiendas o supermercados.
Aparecen pequeñas empresas de gaseosas, jugos o cervezas, y a base de calidad y
servicio se hacen visibles y pellizcan una pequeña porción del mercado,
tratando no de crecer, sino de que el gigante del sector las tenga en el radar
y finalmente las compre.
Situación semejante presentan las pequeñas cadenas de
supermercado de ciudades intermedias o de los barrios de las grandes ciudades que
crecen en número de puntos de venta hasta que logran ser reconocidas por los
grandes almacenes de superficie, quienes finalmente las adquieren.
¿Emprendimientos? ¿“Cría” de negocios para luego venderlos?
El crecimiento de la participación en el mercado es uno de
los principales indicadores para medir el estado de una empresa en términos de
viabilidad y sostenibilidad. Para crecer en la participación del mercado
existen varios caminos y uno de ellos es comprar a la competencia.
El grande sectorial aprovechará el gran esfuerzo inicial
del gestor o los gestores empresariales que han hecho ingentes esfuerzos por
darle inercia a la actividad empresarial y una vez creada esa dinámica,
adquirirla.
Por ahora, nuestra economía crece a paso de tortuga, y
algunos siguen considerando el desatrace con respecto a los efectos de la
pandemia como crecimiento, lo cual es incorrecto e ingenuo.