Por Pedro Juan González Carvajal*
Para la Iglesia Católica, existen 7 pecados capitales, a
saber: gula, avaricia, envidia, lujuria, pereza, soberbia e ira. Aun cuando es
un buen inventario, considero que dentro de esta categoría debería incluirse un
octavo pecado: la omisión, es decir, tener la capacidad y la posibilidad de
hacer y no hacer nada.
Colombia, nuestro país, tradicionalmente mal querido y mal
manejado, ha sido dotado por la providencia de una serie de atributos y
recursos que ya los quisieran todos los demás países del mundo.
Sin embargo, difícilmente se conocen estos atributos y
recursos, y obviamente, al no conocerlos, pues no se pueden ni valorar, ni
querer, ni respetar, ni defender.
Veamos algunos ejemplos a modo de interrogantes:
¿Para qué nos sirve la extraordinaria y estratégica
ubicación geográfica que tenemos?
¿Para qué nos sirve tener una presencia bioceánica con
acceso a 3 mares?
¿Para qué nos sirve tener acceso a una órbita
geoestacionaria?
¿Para qué nos sirve tener la posibilidad de interconectar
los dos océanos?
¿Para qué nos sirve tener una de las mayores
biodiversidades del mundo?
¿Para que nos sirve tener una de las más prolijas
diversidades culturales del planeta?
¿Para qué nos sirve ser una de las principales potencias en
recursos hídricos?
¿Para qué nos sirve poseer la única cordillera
intertropical del planeta?
¿Para qué nos sirve tener disponibles todos los pisos
térmicos durante todo el año?
¿Para qué nos sirve poseer gran variedad de recursos
mineros?
¿Para qué nos sirve tener casi 900.000 Km2 de mar?
¿Para qué nos sirve tener uno de los 3 canales navegables –La
Mona– que unen a América con Europa y África?
¿Para qué nos sirve cumplir con la propiedad definida por
el Derecho Internacional como Teoría de la Defrontación y que nos genera
copropiedad sobre La Antártida?
¿Para qué nos sirve la posesión de nódulos marinos o
nódulos polimetálicos sobre el Pacífico?
¿Para qué nos sirve poseer lugares geográficos que generan
los llamados Puntos Triples o lugares donde coinciden más de dos fronteras?
¿Para qué nos sirve cumplir con las condiciones para tener
Puntas de Crecimiento, o sea, espacios de nuestro país que se adentran en la
imagen territorial de otros países?
¿Para qué nos sirve poseer más de dos docenas de
Patrimonios Mundiales de acuerdo con la Unesco?
¿Para qué nos sirve tener uno de los dos principales
escenarios del planeta –La Guajira– con mayor radiación solar?
¿Para qué nos sirve tener la mayor extensión de páramos –fábricas
de agua– del planeta?
¿Para qué nos sirve… ser colombianos?
NOTA: Hemos sido testigos mudos e impávidos de un gran
prodigio: el actual gobierno, con haberle enviado una carta a la FAO, considera
haber acabado con el hambre en Colombia… ¿Cuánto es qué falta?