lunes, 10 de enero de 2022

Salarios mínimos diferenciales

Antonio Montoya H.
Por Antonio Montoya H.

Me complació ver en las noticias que por fin se presenta un proyecto de ley en el que se habla de salarios mínimos legales para técnicos y tecnólogos, lo cual es un gran avance para miles de personas en Colombia que se esfuerzan por formarse académicamente y mejorar de esa forma su calidad de vida, tema sobre el cual he venido hablando desde muchos años atrás, pero adicionando que se debe hablar de salarios mínimos para profesionales, lo cual es justo y adecuado al esfuerzo que con el trascurrir de los años va realizando el ser humano.

Estamos en mora de que la comisión permanente de concertación de políticas laborales y salariales, asuma esa responsabilidad para lo cual está legitimada, pero lamentablemente no la asumen y se tiene que recurrir a una ley para fijar esos salarios diferenciales. Se les ha pedido que miren más allá de fijar el salario mínimo legal, porque los cambios sociales ameritan otra mirada a la legislación laboral y a las condiciones para acceder al empleo, atendiendo lo expresado por la Corte: “la remuneración debe asegurar un mínimo vital, además de ser móvil, de modo que siempre guarde equivalencia con el precio del trabajo”, y es aquí donde se les olvida que la formación por etapas es la base del mejoramiento económico y social.

En muchas ocasiones los hoy profesionales con especializaciones y maestrías se ven en la necesidad de esconder sus títulos, sus avances académicos para poder acceder a un empleo digno, porque los empleadores consideran que estar tan perfilado hace que busque ese puesto como un escampadero, y esto no es fruto de mi imaginación, es una realidad que viven a diario muchos profesionales que yo conozco y que  omiten de sus hojas de vida esa información, por una simple razón, los puestos o cargos a los que tienen que recurrir requieren perfiles profesionales menores.

Es sin duda alguna un momento importante para cambiar en el país la mentalidad laboral en aspectos que son vitales para promocionar la educación y lograr mejores condiciones de vida, y es con la remuneración que se encuentra una mayor motivación, y una compensación a la superación y al tiempo de estudio.

Entonces tendríamos cuatro tipos de salarios mínimos legales: el tradicional, es decir, el que regula el mínimo que debe recibir un trabajador de oficios que requieren máximo bachillerato, y otros diferentes para los técnicos, tecnólogos y profesionales, incluyendo en este a los especialistas y magíster. A partir de esa decisión crecerá el interés por estudiar, por buscar formas de tener ingresos mejores, es fin, es la manera de buscar que la educación tenga repercusiones al obtener mejoramientos académicos que servirán a los empleadores.

Adicionalmente pienso que el panorama podría cambiar favorablemente si aunada a esta propuesta se agrega la posibilidad de tener salarios integrales, menores a los fijados hoy en la legislación laboral para los salarios de los técnicos, tecnólogos y profesionales, esos salarios, de ahí en adelante, se fortalecerán y crecerán realmente más allá de la inflación.

Creo que, además, se podría pensar en que las disciplinas de técnicos, tecnólogos y profesionales, tengan un porcentaje mayor en la fijación de su salario si se permite pactar que a partir de una fecha que se fije con anterioridad puedan optar por un incremento en su salario a cambio de no recibir indemnización alguna al momento de terminar el contrato, caso en el cual se logra una mayor estabilidad, motivación de las dos partes (trabajador y empleador) y facilidad para ser contratado formalmente.

Digo estabilidad porque he manifestado reiteradamente que a un empleador no le interesa estar despidiendo a sus empleados, les gusta la permanencia en el cargo, el crecimiento y la experiencia, y es la misma ley la que desprotege estableciendo normas que perjudican la misma estabilidad y hace más gravosa la situación del empleador en caso de crisis empresarial.

Es, en conclusión, el tiempo preciso para revisar la normatividad laboral, la social y la verdadera formalización del empleo; no podemos seguir teniendo un país aislado de las realidades económicas, porque con pobreza no llegamos a nada, avancemos en mejorar el ingreso y así construiremos un país mejor, con opciones de trabajo para todos.