sábado, 2 de octubre de 2021

Votemos en blanco para las elecciones de Senado y Cámara

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo*

En 160 días, algo más de 5 meses, los colombianos debemos decidir si vamos a seguir permitiendo que los congresistas se sigan burlando de nosotros o les vamos a dar con el voto en blanco, única y más inmediata herramienta que nos permite la Constitución, un primer escarmiento, por su mal y abusivo comportamiento.

Expresemos en las urnas, con el voto en blanco, coherencia con los niveles de desaprobación que tenemos sobre los senadores y representantes; que sientan que esa inconformidad es de verdad, que si no se autorreforman, vamos a ser capaces de llegar hasta una constituyente para de una vez por todas terminar con sus odiosos y abusivos procederes y exagerados sueldos, regímenes pensiónales y prebendas.

No nos dejemos asustar con la teoría de que el voto en blanco es como botar el voto; no señores, el voto en blanco es un voto sanción, es un voto de inconformidad, que si lo hacemos la gran mayoría de insatisfechos, no solamente por el escaso y poco fructífero trabajo de los senadores y representantes, indignados por la exageradas diferencias que ellos mismos han tejido para gozar de salarios, prebendas y regímenes especiales, que no aguantan ningún análisis de costo - beneficio, además de ser insostenibles en el tiempo, de los que se han venido contagiando las demás corporaciones públicas (asambleas departamentales y concejos municipales), las otras dos ramas del poder público (ejecutiva y judicial) y las autoridades de vigilancia y control (contralorías, personerías, fiscalías, procuradurías, etcétera) entidades que tampoco están rindiendo y que necesitan racionalización urgente en sus tamaños, salarios, prebendas y terminación urgente de los regímenes diferentes a los de los demás colombianos.

El voto en blanco que propongo es el voto responsable y libre que vamos a depositar en urnas el común de los colombianos; no queremos que venga de un grupo significativo de ciudadanos que se inscriba como promotor del voto en blanco, para luego poder reclamar como cualquier político, las gabelas económicas para la financiación de la campaña por el voto en blanco y menos el reconocimiento económico por cada voto obtenido.

Si no utilizamos esta herramienta del voto en blanco, seguiremos patrocinando el abuso y la burla de los congresistas que elegimos en las pasadas elecciones, donde son muy pocos los senadores y representantes que hacen o mejor, intentan hacer su tarea.

Ya no tenemos nada más que perder, el voto en blanco en los tarjetones de Senado y Cámara será el inicio del cambio responsable en Colombia, será la muestra del arribo a una madurez política, que permita al interés colectivo ponerse por encima del intereses particulares que hoy reinan en nuestro país.

Que nuestro Señor Jesucristo nos ilumine para que la insatisfacción la manifestemos votando en blanco, para que tenga algún valor, porque la insatisfacción de las encuestas no vale nada ya que no obliga a nuestros senadores y representantes, por el contrario, se burlan de ellas.