Por Pedro Juan González Carvajal*
¿Qué tal si nos ponemos serios de una
vez por todas y establecemos una agenda ambiental para Colombia que sirva de
guía de obligatorio cumplimiento para que el casi medio centenar de
precandidatos organicen sus programas de gobierno con un foco claro y puedan
presentar estrategias viables para cada caso?
El informe de la ONU sobre el cambio climático
no da espera. El que siga creyendo que eso es una invención de un grupo de
humanos, allá él. Yo me considero un hijo de la razón y de la ilustración, y
por eso creo y respeto a la ciencia.
Que la ONU se atreva a decir que ya
hay efectos irreversibles, debe ponernos en verdaderas alarmas. Esa
expresión nunca se había expresado abiertamente por un organismo de la
importancia de la ONU. Digamos, para el caso de los que no entienden o no
quieren entender, que “si el río suena, piedras lleva”.
Como esto requiere acción inmediata,
pues debemos proponernos llegar a emisiones cero en un período de tiempo corto.
¿20 años? ¡Quién sabe si el planeta nos da espera!
¡Pilas! Esto ya es una
cuestión de supervivencia
Propongo que, una vez reconocido el
territorio, cuidemos y crezcamos las áreas correspondientes a:
1. Páramos: 7 páramos que equivalen al 56% del área mundial
de páramos.
2. Bosques: 63.777.519 hectáreas.
3. Selvas: incluidas en el dato anterior.
4. Áreas protegidas: 122 nacionales, 228 regionales y 933 locales.
5. Parques nacionales naturales: -PNN-. 43.
6. Santuarios de fauna y flora: 12.
7. Áreas naturales únicas: 1. (Los Estoraques).
8. Áreas de reserva forestal -ARF-: 2.155.591 hectáreas en
Serranía de San Lucas, Carare-Opón y Serranía Motilones.
9. Áreas de manejos especiales.
10. Áreas de protección ecológica: 59 con 14.268.224 hectáreas.
11. Reservas nacionales naturales -RNN-: 2.
12. Vía parque: 1 (Salamanca).
Que tengamos además un estrategia
seria y continuada para el manejo y protección de:
1. Mares: Atlántico, Pacífico, Caribe y Antillas.
2. Líneas costeras: 2.900 km de costas.
3. Corales.
4. Vertientes hidrográficas: Caribe, Pacífico, Amazonas,
Orinoquía y Catatumbo.
5. Nacimiento de ríos.
6. Cauces de ríos: Más de 50.
7. Canal del Dique.
8. Canal de la Mojana (por construir).
9. Distritos de riego.
10. Lagos: 1.800 cuerpos de agua.
11. Lagunas: incluidas en el dato anterior.
12. Aguas subterráneas.
13. Nevados: Ruiz, Tolima, Santa Isabel, Quindío y Cisne.
De igual manera se requieren programas
especiales para el manejo de aguas servidas, el manejo de los residuos sólidos
y el manejo de la erosión del territorio y de las costas, teniendo en cuenta
además la calidad del aire, del suelo, del mar y del agua, y la contaminación
electromagnética, radiactiva, térmica, genética, visual, lumínica, acústica,
difusa, puntual, química y biológica.
¿Qué tal si además protegemos como se
corresponde y aprovechamos los patrimonios de la humanidad que la Unesco ha
declarado para el caso colombiano?
Estos son los patrimonios de la
humanidad que hoy aporta Colombia, teniendo en cuenta que las fuentes oficiales
no se ponen de acuerdo con respecto al número exacto.
1. San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Reserva mundial
de la biósfera.
2. Complejo Lagunar Ciénaga Grande de Santa Marta. Reserva mundial
de la biósfera.
3. Laguna de la Cocha. Humedal de importancia mundial.
4. Andes Tropicales. Ecorregión terrestre prioritaria.
5. Chocó-Darién. Ecorregión terrestre prioritaria.
6. Ensenada de Utría. Patrimonio ecológico de la humanidad.
7. Parque de San Agustín. Patrimonio histórico de la humanidad.
8. Serranía del Chiribiquete. Patrimonio ecológico de la humanidad.
9. Camellones del Caño Carate y Esteros de San Esteban.
Patrimonio histórico de la humanidad.
10. Camellones del Río San Jorge. Patrimonio histórico de la humanidad.
11. Parque Nacional de los Katios. Patrimonio ecológico de la
humanidad.
12. Hipogeos de San Andrés de Pisimbalá. Patrimonio histórico
de la humanidad.
13. Tumbas de Tierradentro. Patrimonio histórico de la humanidad.
14. Mompox. Patrimonio histórico de la humanidad.
15. Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Patrimonio histórico de la humanidad.
16. Sierra Nevada de Santa Marta. Ecorregión terrestre prioritaria.
17. Cartagena de Indias. Patrimonio histórico de la humanidad.
18. Carnaval de Barranquilla. Patrimonio oral intangible de
la humanidad.
19. San Basilio de Palenque. Obra maestra del patrimonio oral
intangible de la humanidad.
20. Isla de Malpelo. Patrimonio natural de la humanidad.
21. Semana Santa de Popayán. Patrimonio cultural y religioso
de la humanidad.
22. Carnaval de Blancos y Negros. Patrimonio oral intangible
de la humanidad.
23. Paisaje Cultural Cafetero. Patrimonio de la humanidad.
24. Sistema Normativo de los Wayuu aplicado por el Palabrero.
Patrimonio oral e intangible de la humanidad.
25. Música de marimba y cantos tradicionales del Pacífico Sur
de Colombia. Patrimonio oral e intangible de la Humanidad.
26. El saber tradicional de los chamanes Jaguares del
Yurupari en la Amazonía. Patrimonio oral e intangible de la humanidad.
27. El vallenato. Patrimonio cultural de la humanidad.
28. El canto de la vaquería. Patrimonio cultural de la humanidad.
Deben reconocer apreciados lectores,
que para la mayoría de ustedes este listado es un verdadero descubrimiento, lo
cual evidencia una vez más la mala calidad de nuestro pretenciosamente llamado sistema
educativo.
Lo que no se conoce no se puede
respetar, ni querer, ni valorar. Hay países que con un solo patrimonio
construyen y configuran su PIB alrededor de una apropiada, dinámica y seria
actividad turística.
Sin conciencia geográfica e histórica,
qué lejos estamos de poder llamarnos sociedad política y mucho menos nación.
A la protección y cuidado de la
naturaleza y los recursos naturales, se le debe acompañar con acciones de
carácter demográfico, de redensificación territorial, económico, industrial,
tecnológico, político, de movilidad, entre otros tantos que miraremos en un
futuro cercano.
Nota: en el hoy, una buena educación debe generar conciencia
colectiva. Las redes sociales deben servir para divulgar conocimiento. Debemos
abrir espacios para escuchar a nuestros científicos en las distintas áreas del
saber y saber que nos pueden proponer. Y todos debemos entender que, para ser
verdaderamente libres, debemos educar.