domingo, 2 de mayo de 2021

Escribo con dolor

Antonio Montoya H.
Por Antonio Montoya H.*

Los hechos violentos sucedidos en el trascurso de esta semana (finales de abril) son terribles; se sabía de antemano que la protesta no sería pacifica, con cantos y alegría, porque si bien una buena cantidad de ciudadanos recorrió las calles de una manera pacífica arengando contra la reforma tributaria, las dificultades de la salud, la falta de trabajo, en fin, sobre todo lo que vivimos; muchos otros, como era de esperarse, tristemente, se aprovecharon de la situación para generar vandalismo, muerte, heridas, pérdidas económicas, daños a los bienes de los mismos trabajadores, porque parte de los saqueos, alborotos, y demás fueron contra el patrimonio de muchos de los que estaban allí ejerciendo, al igual que el resto, un derecho constitucional como lo es la protesta, y así y todo terminaron perjudicados en su propio patrimonio… ¡qué contradicción!

Es terrible verlos en las noticias, en los videos, entrando a los bancos, quebrando vidrios, tumbando barreras de protección, robando computadores, televisores y electrodomésticos, amenazando a los trabajadores, y estos, indefensos, solo gritan de pánico mientras los violentos disfrutan con sevicia y sádica complacencia del resultado de la destrucción.

Esta es la imagen que generamos no sólo en el ámbito nacional sino global, pues, es muy triste ver como una protesta contra el gobierno se ve desmaterializada por esos actos de violencia que nos perjudican a todos por igual, marchantes o no marchantes, adinerados o no, empresarios o trabajadores… todos somos víctimas de los atropellos.

¿Dónde estaba el señor alcalde de Medellín?, no lo sabemos, ni aun cinco días después de los paros lo he visto pronunciarse contra los vándalos y criminales que arrasaron la ciudad. ¿Es esté el verdadero representante de la ciudad, quien nos dirige y protege? Lo dudo, impávido, lo único que hace es pronunciarse por Twitter, contra el expresidente Uribe, porque requirió la presencia del ejército en las calles y solicitó suspenderlo de esa red social.

No olvidemos que la Constitución Política de Colombia, en la parte final del artículo segundo dice:

“Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares”.

Esto quiere decir que el gobierno debe acatar estrictamente este mandato, que no es un cuento, es una obligación de carácter constitucional y por ello sorprende que quien manda en la ciudad no proteja a los civiles ni a sus bienes de los actos de los delincuentes.

No es un derecho de un solo lado, si bien se permiten las manifestaciones populares, expresar oposición, como bien lo garantiza un modelo de Estado como el nuestro, no se puede permitir paralizar la ciudad en época de pandemia, no acatando las órdenes judiciales y violando cualquier precepto legal. Me dicen que no todos fueron vándalos, ¿qué tal que así hubiera sido?, estaríamos con las ciudades destruidas. Lo que ocurre y seguirá sucediendo es que las fuerzas desestabilizadoras del país lideradas por Petro, la izquierda, los grupos guerrilleros y la delincuencia se aprovechan de esa expresión de libertad para destruir la ciudad.

Encapuchados que no son capaces de poner la cara incitan a mujeres y niños a comportarse como ellos, que motivados por la locura de las masas, irrumpen sin miedo en los bienes ajenos, los desmantelan y salen corriendo; los vi en videos entrando a menores de edad empujados por sus hermanas o hermanos a una bodega, de allí los sacaron a bala y pudo haber una tragedia mayor con muertos y heridos, pero los que primero corrieron fueron los que desataron el caos y la violencia; cobardes es lo que son, deberían enfrentarse a los demás, pero con ideas, trabajando construyendo y no acabando con lo ajeno.

¿Por qué el SMAD no actuó? porque no lo dejan los fallos judiciales; ¿por qué se impide que se defienda a la ciudad y los ciudadanos? porque quieren acabar con la democracia; ¿cómo lo van a lograr? manteniéndose en paros constantes como lo ordenó Gustavo Petro desde el inicio del mandato del presidente Duque. ¿Van a ganar? Esperamos que no, para ellos empezaremos en Medellín, revocando al alcalde y desde Antioquia entera defenderemos la democracia.

Qué dolor ver cómo los delincuentes lanzaban patadas a los policías, y ellos callados, les tiraban cócteles molotov y ellos quietos. En un carro de la policía, adentro, indefensos, varios policías, fueron víctimas de la violencia, golpes, insultos y ellos impávidos. Esto no puede ser posible, que quienes tienen la obligación de acallar a los delincuentes tengan que bajar la cabeza y humillados salir en fuga, porque no pueden defender la institución y al país.

No sólo me detendré en hacer un análisis en contra de los grandes “lunares” que se presentaron en las protestas, pues debo ser consecuente con todo lo que siempre he predicado, y es que no es momento señor presidente de hablar de una reforma tributaria cuando todos los ciudadanos estamos sufriendo y tratando de sobrevivir al día a día, cuando el porcentaje de pobreza del país aumenta de manera significativa, al igual que el desempleo y muchos otros sectores sociales se ven igualmente deteriorados. Esto era muy previsible señor presidente, a tal punto que su propia bancada le dio la espalda en algún momento y así y todo usted pretende seguir con el proyecto de reforma como si nada estuviese ocurriendo. Considero que es momento de echarse atrás, de caer en cuenta del error, pero antes de que sea tarde. No soportamos más desmanes en lo social, pero tampoco más perjuicios en lo económico; hay mejores formas de solucionar estos problemas y usted mejor que nadie en Colombia debería propender por el bien de los ciudadanos y no perjudicarnos todavía más… esto que está sucediendo era absolutamente previsible.

Señor presidente, señores alcaldes y gobernadores, no pasen de agache, los ciudadanos estamos sufriendo por todos lados, virus, violencia, paros, no hay trabajo, y fuera de eso se destruye la ciudad, ¿qué nos quedará?, ¿qué futuro tendremos fuera de la súplica divina? No esperen a que los ciudadanos se defiendan ilegítimamente, para eso está el Estado que tiene el control de la fuerza y con base en esa facultad debe actuar en fundamento a su legitimidad.

Sí al ejercicio de los derechos y libertades, no, al abuso de la democracia al desorden, la violencia, la muerte.