domingo, 21 de marzo de 2021

Las carreras de los Estados nación

Santiago Cossio
Por Santiago Cossio*

Desde hace muchos años se viene hablando sobre la carrera armamentista y la carrera espacial. Unas competencias de los países por figurar y sacar provecho de una "mejor" posición en lo militar y la conquista del espacio. Se podrían ampliar esas competencias sumándole lo que podría ser la carrera económica y la carrera cultural y sus implicaciones para un creciente Estado - nación como Colombia.

La carrera armamentista era la obsesión de tener el poder por la fuerza con un obvio trasfondo económico. La postguerra fría convirtió a La OTAN y al consejo de seguridad de la ONU en un selecto grupo de niños cada uno con un botón rojo mirándose feo, todos sentados en la misma mesa.

Obviamente viendo el sufrimiento de la humanidad después de dos guerras mundiales, no creo que sigamos tan ignorantes para caer en una tercera guerra mundial.

La carrera espacial va más allá de la conquista de la Luna y Marte. Lo vivimos mes a mes cuando nos llega un mensaje vía satélite que pagues la factura celular. La hegemonía tecnológica por las comunicaciones nos dejó rezagados a ser creadores de contenido. (El bazuco electrónico absorbe al planeta y aún nadie habla del electro narcotráfico). Hay que reconocer que es difícil para Colombia competir con los veintiún satélites que tenemos.

La carrera económica por inalcanzable que parezca siempre hay que dar la pelea. Significa mejorar el producto y pasar de ventajas comparativas a competitivas y luego, a ventajas creativas. Hay que mejorar la balanza comercial, crear un sistema alimentario nacional abundante y mejorar la distribución interna. La carrera económica es buscar la "libertad financiera nacional" y generar una sociedad de riquezas y abundancia.

La carrera cultural es a todas luces, la carrera que debe ganar nuestro proyecto social. Los países, más que dinero y poder, lo que buscan es tener un equilibrio de bienestar con abundancia sostenible. La carrera por la felicidad es lo que buscan todos los ciudadanos y es aquí donde Colombia tiene todo para conquistar el nuevo orden cultural del planeta tierra.

El turismo, la gastronomía, las artes, la identidad y la felicidad social confabulan a un bienestar que no lo da ni el dinero ni el poder.

Soñábamos con ser Suiza, pero es mejor soñar con ser una mejor Colombia.

P.D. Pasamos de la patria boba y post pendeja a la patria cultural dónde nos debemos valorar como nación y eso comienza con un cambio cultural de mentalidad colectiva.