lunes, 2 de noviembre de 2020

Quiénes son y qué pretenden

Antonio Montoya H.

Por Antonio Montoya H.*

Armando Benedetti, Roy Barreras, Gustavo Petro, Jorge Robledo, Gustavo Bolívar, Claudia López, Angélica Lozano, Inti Asprilla, Ángela Robledo, Carlos Caicedo, Feliciano Valencia, Juan Manuel Santos, Timochenco, Lozada y los otros senadores y representantes del partido político de las FARC, además de otros más, de cuyos nombres por alguna razón no quiero recordar en este momento, son todos ellos políticos de profesión, de origen colombiano, que han hecho del ejercicio de la política, el norte de su vida, no sé si cumpliendo el verdadero significado de la política, que no es otra cosa que la búsqueda del bien común, y por ello tengo dudas de que sus actuaciones a lo largo de su carrera tengan ese objetivo de protección y mejoramiento de la vida de los ciudadanos colombianos, como lo podremos ver más adelante.

Podemos definir la política, “como la actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos”. Aquí es donde surge la posibilidad de formar partidos, tener opiniones e ideas contrarias, debatirlas, someterlas a votaciones, elegir sus propias listas, es decir ahí veo el pleno ejercicio de la democracia, donde todos cabemos y a nadie se excluye. Se puede ganar o perder, pero seguimos sometidos a las reglas, esperando una nueva oportunidad, eso es la democracia, entendida en todo su esplendor, que desarrolla la iniciativa, permite la creatividad y al final mejora las condiciones de vida de los pueblos.

Debo aclarar que no conozco personalmente a ninguno de los personajes mencionados inicialmente, pero, para mí son conocidos por sus opiniones, por su presencia en la vida pública, y por su propia vida. Por ello pregunto yo, si personas como Benedetti y Roy barreras, que han pasado por todos los partidos políticos, que han sido aliados, amigos, compadres del expresidente Uribe, que luego lo atacan, se van contra él, pasan a otros partidos, los lideran y luego como informaron en días pasados, se retiran y forman rancho aparte, quién puede creer en ellos, qué seriedad, qué estabilidad pueden darle a Colombia, cuando ellos mismos no saben qué quieren. Sería bueno que ellos mismos dieran respuesta a estas inquietudes y por qué se mueven en la arena pública con esa rapidez y facilidad, como una cometa al viento.

Gustavo Petro, fue guerrillero, luego examnistiado, en fin, está en todo y su gestión como alcalde de Bogotá estuvo, los cuatro años, de lío en lío. Gustavo Bolívar apareció en la política en las últimas elecciones, el listado de exguerrilleros es largo y sus nombres reales también, pero ellos tienen una historia de sangre, dolor y lágrimas en Colombia. No los han seguido como partido, pero ahí están confesando, sobre todo Carlos Lozada, que, además de la autoría en el crimen del doctor Álvaro Gómez, también confesó el crimen de Bejarano, y seguramente, con el paso de los días, confesara otros más, sin embargo, no sabemos si son verdad y qué se busca con esas confesiones.

De Feliciano, supongo que siempre ha sido líder indígena en la región del Cauca y que allí tendrá extensos dominios, porque tierra sí tienen, no propiamente en desarrollo agrícola, sino llena de laboratorios.

Juan Manuel Santos y las FARC, como grupo político, son el resultado de los acuerdos espurios, de cambiar una derrota en votos, en un acuerdo del que muchos se arrepienten y nos arrepentimos. No sabremos el verdadero objeto e intención de nuestro expresidente en empecinarse en la negociación, en los términos de esta y en prometer cosas que no cumplió, como la de que nunca llegarían al congreso los guerrilleros sin haber pagado sus condenas.

En fin, ahí están actuando, promoviendo paros, marchas de indígenas, de excombatientes que van legando hoy o mañana a Bogotá, de estudiantes, trabajadores, en fin, como lo pronóstico Petro desde el día que perdió la elección a la presidencia, que estarían actuando permanentemente en la calle.

Hoy tienen todos estos personajes su campo de acción en Bogotá, en el sur del país con los guerrilleros Santrich y Márquez, pero, tienen como objetivo el resto del país, fundamentalmente a Antioquia, y específicamente a Medellín y su área Metropolitana, lugares que, si perdemos, perderemos el resto del país. Por ello, estemos atentos, actuemos en defensa de la democracia y la vida, cumplamos los objetivos de crecimiento económico, empleo, salud y bienestar, porque en ausencia de estos, ellos, astutamente, se pegarán de eso, la izquierda obtendrá el control y la democracia se perderá.

¡Ojo colombianos!