Por Andrés de Bedout Jaramillo
Corruptos. Esta palabrita causa
terror, porque tiene que ver con abuso de poder para beneficio propio.
Que
cosa tan horrible; el solo hecho de pensar en varías personas que son capaces
de estos comportamientos y las autoridades de vigilancia y control no pueden
contra ellos, hace que se le caiga a uno la cara de vergüenza. ¿Qué sentirán
los pomposos funcionarios del Estado encargados de estas funciones? Se deben de
sentir frustrados y con pena de lo ineficientes en el manejo de sus poderosas
dependencias; que entre tantos y supuestamente especializados y además bien
pagados, no sean capaces de vigilar, controlar y denunciar a los corruptos en
los temas de vigilancia y control, administrativo, político, fiscal y
disciplinario. Si el problema de la corrupción es tan grave como lo pintan,
debe haber un cartel de los corruptos, que se exhiba frecuentemente en los
medios, como sanción ejemplarizante de que están plenamente identificados y
sobre ellos pesan condenas y deben ser capturados si es del caso.
A
mí personalmente me parece, con todo respeto, que en Colombia no estamos
sabiendo contabilizar la corrupción. Yo no entiendo porque no se reúnen las
poderosas entidades como lo son fiscalía, procuraduría, personerías,
contralorías, jueces y magistrados y definen cómo se contabiliza este tema y se
publicita para efectos del escarnio público, un elemento disuasivo requerido
para vencer la corrupción.
Esta
situación, de no tener la contabilidad de los corruptos, de mantenerlos
invisibles, hace que no prospere la lucha contra la corrupción y terminamos como
cómplices e impotentes.
Imposible
que en un país como el nuestro no tengamos los elementos para construir el
listado de los corruptos, para que todos podamos estar alertas a sus
actuaciones y me refiero a los condenados por jueces y magistrados, en los
procesos penales correspondientes, a los sancionados fiscalmente por
contralorías, por personarías y procuradurías. Eso solo pondría en la picota
pública a estos personajes nefastos, como los verdaderos enemigos de la
sociedad, del interés general, del buen comportamiento.
Ojo
que no me estoy refiriendo a los que no han sido condenados, ni a los que están
en el campo de las especulaciones, de las investigaciones, a quienes de paso
deben también agilizarles sus procesos para ponerlos o no, en el listado de
corruptos y poder tener cuidado con ellos.
Las
autoridades de vigilancia y control pululan en Colombia, como para decir que
nos tiene dominada la corrupción, no señor, yo no sé cuántos millones de
colombianos trabajan en estas poderosas entidades de vigilancia y control.
Además de veedurías, concejos, asambleas, congresistas y sus tropas de UTLS,
haciendo control político permanente. Yo me niego a creer que ya ni siquiera se
tenga miedo a estas entidades y se actúe por encima de ellos. Que saquen los
listados y los consoliden, porque es que otra forma de persistir en la lucha
contra la corrupción tiene que ver con los temas del control previo y del
control posterior y selectivo, o están disparando para donde no es, o están
perdidos en los formalismos procesales, en la recopilación y utilización de
pruebas o lo más seguro, estamos viviendo de muchos escándalos falsos, para
poder mantener ocupados a los investigadores y la feria pueda continuar.
Tenemos
unos periodistas muy investigadores, que se pongan en la tarea divulgadora de
los listados de corruptos, expedidos por esas poderosas instituciones de
vigilancia y control, que saquen sus cuentas, sus listados, y los muestren
públicamente y se expongan en medios. Es que no hacemos nada, solo quejarnos,
que el Congreso le pida cuentas a las entidades de vigilancia y control, si
nadie sale con alguna idea que visibilice corruptos castigados por lo menos,
estamos jodidos y condenados a seguir en sus manos.
El
balance de controles también lo tienen que hacer a nivel municipal y
departamental y son sus autoridades de vigilancia y control, las que tienen que
volarles el helicóptero bajito o a los funcionarios corruptos, pero con olfato,
para no entorpecer a las administraciones en el desarrollo de sus programas,
administraciones que deben estar informando transparentemente todo lo que
hacen.
Ya
va siendo hora de que las entidades de vigilancia y control empiecen a entregar
los resultados de las investigaciones iniciadas al alcalde Quintero; los
movimientos de revocatoria estarían más fuertes contando con los
pronunciamientos de estas entidades, si es que existen. Si todos los encargados
de investigar y castigar, siguen tan demorados en entregar resultados, vamos a
seguir en un país con una justicia muy pesada, muy costosa y muy poco
eficiente, mejor dicho, el balance costo beneficio no cierra.
Personalmente
me ha gustado la estrategia del presidente, una diaria rendición de cuentas
suyas y de sus funcionarios. Ese programa de televisión diario es muy
importante, si quiero estar enterado de lo que hacen en el gobierno, en la
pandemia, en la reactivación, en el invierno. Es un esfuerzo de admirar, yo
pienso que debe continuar, tenemos que aprender a acostumbrarnos a que nos
rindan cuentas claras.
Criticar
al presidente por este programa de interés general, de interés público, es,
estar buscando intereses particulares electorales. Que se mantenga la rendición
permanente de cuentas, eso es transparencia, es mostrar que se está pendiente
de todos los asuntos del país, de que como humanos en el gobierno están dando
la pelea por el país. A mí eso me hace sentir tranquilo, el capitán del barco, siempre visible,
siempre atendiendo de frente todos los problemas, siempre buscando el interés
general y rindiendo cuentas a diario, volándole bajito el helicóptero a todos
sus funcionarios, el resto es carreta.
Esto
inclusive es un ejemplo para alcaldes y gobernadores, también siempre en la
jugada. No podemos ser ni desagradecidos, ni desmejoradores, insisto, en
Colombia los que tratamos de manejarnos siempre lo mejor posible, somos más,
que los que insisten en manejarse mal y por eso hay que identificarlos y
publicarlos, tenemos todos los medios que nos permitirían esta estrategia que
propongo.
Con
la rendición permanente de cuentas y con la publicación del listado de
corruptos, podríamos recuperar confianza entre nosotros y el Estado. Este país
va a salir adelante, tenemos lo más importante, colombianos con ganas de
trabajar, de estudiar, de emprender, de sacar adelante a sus familias y de no
dejarse joder más de los corruptos.
Entre
todos podemos, nuestro señor Jesucristo nos ayuda.