domingo, 18 de octubre de 2020

Estamos en el momento preciso para el Congreso se auto reforme

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Los congresistas de Colombia no pueden dejar pasar esta oportunidad de lujo para auto reformarse, recuperar confianza, credibilidad y lo más importante, esperanzas para nuestro país.

La gran mayoría de bancadas que conforman esta corporación, sienten que no es sostenible esta importantísima herramienta de la democracia, que se ha convertido en costosa, pesada, inoperante y por qué no decirlo, ajena a la búsqueda de consensos que permitan solucionar los problemas del país.

Yo les propongo humildemente, pero desesperadamente, que se sienten y traten de conciliar todos los proyectos e ideas de reformas que se vienen planteando para esta importante rama del poder público, la rama legislativa; desde hace ya muchos años por dentro y por fuera del Congreso se han presentado muchas iniciativas, para disminuir el número de integrantes, para que todos los departamentos tengan representación, para racionalizar los salarios de los congresistas y privilegios de UTL, pasajes, celulares, camionetas, disminuir vacaciones, etcétera. Es que queremos que las personas a las que elegimos para que nos representen en el Congreso, consulten la justicia y el bien común, porque son responsables ante sí y ante sus familias y políticamente ante la sociedad y frente a sus electores, en el cumplimiento de las obligaciones propias de su investidura; esto es lo que dice la constitución, porque el espíritu de esta norma es de igualdad y de servicio, no el de la realidad que estamos viviendo con el Congreso, donde al parecer el negocio redondo es no ponerse de acuerdo en nada, ni en su propia organización y funcionamiento, acorde con lo que queremos los colombianos.

A los congresistas, los queremos de carne y hueso, sometidos a las mismas condiciones del resto de los ciudadanos, que les permita palpar la realidad del país y así poder cumplir cabalmente sus funciones, consultando la justicia y el bien común, para poder cumplir con la finalidad social del Estado.

Si los congresistas se ponen rápidamente de acuerdo, podrán auto reformarse, mediante una asamblea constituyente y nos evitarían el referendo; pero lo más importante, automáticamente los congresistas sentirán, alivio, sanación, satisfacción porque los colombianos recuperaremos la confianza y la credibilidad en ellos y los sentiremos como nuestros dignos representantes.

Si ese acto legislativo es presentado por los voceros oficiales de la mayoría de los partidos o movimientos que participan en el congreso, previa inclusión concertada y rápida, permitirá que, en 2 periodos ordinarios consecutivos, se pueda sacar adelante la iniciativa, que permitirá salvar una institución fundamental para la democracia, siempre y cuando trabajen consultando el interés general y no el particular.

Si el Congreso de Colombia no hace esto muy rápido, se perjudican ellos y por supuesto al país seguirá en picada y tocará revocarles el mandato, castigarlos con que no puedan regresar al Congreso. Pero yo me resisto a creer siquiera que nuestros congresistas no den el paso inmediatamente, eso significaría que son más los congresistas malos que los buenos, que son más los corruptos, que son más los irresponsables que los responsables, que son más los inconscientes que los consientes, y si eso es así, apague y vámonos, porque si quienes deben dar ejemplo de poderse sentar a conversar, ponerse de acuerdo y sacar los quereres de los ciudadanos adelante, son los congresistas, sino, no tendría sentido este tipo de cuerpos colegiados, llevadores de representación, para no tener el pueblo que representarse directamente como lo están haciendo los indígenas, con nefastas consecuencias para el país. Es que, si quienes tienen nuestra representación, no la ejercen y el pueblo tiene directamente que ejercer su participación a la fuerza, el caos y el desorden seguirá apoderándose de Colombia.

Por favor señores congresistas, junten las iniciativas, conversen, busquen puntos de confluencia, depongan odios, sean generosos, entiendan que el interés general debe primar siempre, que todos somos colombianos y debemos caber en el mismo bus, recuerden que ustedes están en un lugar privilegiado, de una responsabilidad extrema, representando un país con muchas posibilidades, pero que por su inacción y su egoísmo lo están hundiendo, los apetitos personales insaciables ya no pueden caber más en Colombia, la economía está maltrecha, tenemos que unirnos para recuperarla, la pandemia no se acaba, ahora más que  nunca tenemos que luchar para cuidarnos y así poder cuidar a los demás; todos tenemos que dar ejemplo, especialmente los que hemos sido bendecidos por nuestro Señor Jesucristo, a los que las oportunidades nos han favorecido; hoy, en ese sector poblacional, nuestros congresistas ocupan el primer puesto, qué les cuesta sacrificarse un poco, los necesitamos. Cuando el país se sienta representado por ustedes, todo cambiará.