martes, 13 de octubre de 2020

De cara al porvenir: no hay nada eterno en el mundo

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal*

Este titular, cuya profundidad parece salido del pensamiento Socrático, es de nuestro gran filósofo local, Darío Gómez, quien lo inmortalizó en una de sus obras del género musical del despecho, pero que nos cae como anillo al dedo para hablar sobre las distintas civilizaciones que han dominado el mundo según el gran historiador Toynbee, y de las cuales, si acaso, hoy solo queda el recuerdo respaldado en precarios registros históricos.

Estas civilizaciones, en diferentes momentos del tiempo y de la historia, han impuesto su cosmovisión, sus dioses, su economía, su fuerza, y han subyugado a otras civilizaciones, a otras naciones, a otros pueblos, los han expoliado, los han esclavizado, han destruido sus culturas y han borrado su propia realidad e historia de los cronogramas y las agendas planetarias.

Una enumeración no cronológica nos muestra las siguientes civilizaciones que han pasado por el mundo y de las cuales se tiene algún vestigio de registro histórico:

Civilización Andina. Civilización Chibcha. Civilización Maya. Civilización Yucateca. Civilización Mexicana. Civilización Shang. Civilización Sínica. Civilización del Lejano Oriente (cuerpo principal). Civilización del Lejano Oriente (vástago Japonés). Civilización del Indo. Civilización Índica. Civilización Hindú. Civilización Egipcíaca. Civilización Sumérica. Civilización Babilónica. Civilización Hitita. Civilización Cretense. Civilización Siríaca. Civilización Arábiga. Civilización Iránica. Civilización Helénica. Civilización Occidental. Civilización Cristiana Ortodoxa (cuerpo principal). Civilización Cristiana Ortodoxa (vástago Ruso). Civilización Cristiana del Lejano Occidente. Civilización Cristiana del Lejano Oriente. Civilización Estepárica. Civilización Polinésica. Civilización Esquimal.

También, hoy en día, son objeto de estudio pretendidas civilizaciones como la de los Olmecas, Chavín de Huantar, Insulindia, Imperio Jemer, Zimbawe, entre otras varias.

Hay que tener en cuenta que se distingue el concepto de civilización del de sociedad, imperio, dinastía, monarquía, entre otras denominaciones de agrupaciones humanas con poder e influencia, pero que se considera que hacen parte de las distintas civilizaciones anteriormente enunciadas.

Este recorrido debe servir para recordarnos que hoy somos solamente un pequeño eslabón dentro de la gran cadena de la evolución y la historiografía planetaria.

Los poderes de hoy se ven como insignificantes si los comparamos con las civilizaciones enumeradas. Estados Unidos no tiene ni 3 siglos como Estado-Nación. Rusia apenas lleva 20 años como nuevo Estado-Nación. China, Japón e India hacen gala de su capacidad de adaptación y siguen vigentes, mientras Europa y sus países miembros decaen y los países suramericanos y africanos seguimos siendo tratados como subordinados.

Lo que sí es claro y evidente, es que los poderes recientes nos han conducido a un nivel de desarrollo y de progreso que ha puesto en riesgo la capacidad de la naturaleza para seguirnos albergando y prodigando con generosidad sus otrora abundantes recursos.

En época de los hidrocarburos nace el concepto de basura, y se hace más contundente el poder asociar a la noción de progreso, con la noción y el costo de la destrucción.

No somos nada y para colmo, nuestra existencia mortal es efímera. Es necesario estudiar y repasar la historia para que podamos entender nuestra verdadera dimensión y el peso que realmente tenemos en la historia de la evolución de la especie dominante, que hoy llamamos humanidad.