Por Pedro Juan González Carvajal*
Este
titular, cuya profundidad parece salido del pensamiento Socrático, es de
nuestro gran filósofo local, Darío Gómez, quien lo inmortalizó en una de sus obras
del género musical del despecho, pero que nos cae como anillo al dedo para
hablar sobre las distintas civilizaciones que han dominado el mundo según el
gran historiador Toynbee, y de las cuales, si acaso, hoy solo queda el recuerdo
respaldado en precarios registros históricos.
Estas
civilizaciones, en diferentes momentos del tiempo y de la historia, han
impuesto su cosmovisión, sus dioses, su economía, su fuerza, y han subyugado a
otras civilizaciones, a otras naciones, a otros pueblos, los han expoliado, los
han esclavizado, han destruido sus culturas y han borrado su propia realidad e
historia de los cronogramas y las agendas planetarias.
Una
enumeración no cronológica nos muestra las siguientes civilizaciones que han
pasado por el mundo y de las cuales se tiene algún vestigio de registro
histórico:
Civilización
Andina. Civilización Chibcha. Civilización Maya. Civilización Yucateca. Civilización
Mexicana. Civilización Shang. Civilización Sínica. Civilización del Lejano Oriente
(cuerpo principal). Civilización del Lejano Oriente (vástago Japonés).
Civilización del Indo. Civilización Índica. Civilización Hindú. Civilización
Egipcíaca. Civilización Sumérica. Civilización Babilónica. Civilización Hitita.
Civilización Cretense. Civilización Siríaca. Civilización Arábiga. Civilización
Iránica. Civilización Helénica. Civilización Occidental. Civilización Cristiana
Ortodoxa (cuerpo principal). Civilización Cristiana Ortodoxa (vástago Ruso).
Civilización Cristiana del Lejano Occidente. Civilización Cristiana del Lejano
Oriente. Civilización Estepárica. Civilización Polinésica. Civilización
Esquimal.
También,
hoy en día, son objeto de estudio pretendidas civilizaciones como la de los
Olmecas, Chavín de Huantar, Insulindia, Imperio Jemer, Zimbawe, entre otras
varias.
Hay
que tener en cuenta que se distingue el concepto de civilización del de
sociedad, imperio, dinastía, monarquía, entre otras denominaciones de
agrupaciones humanas con poder e influencia, pero que se considera que hacen
parte de las distintas civilizaciones anteriormente enunciadas.
Este
recorrido debe servir para recordarnos que hoy somos solamente un pequeño
eslabón dentro de la gran cadena de la evolución y la historiografía
planetaria.
Los
poderes de hoy se ven como insignificantes si los comparamos con las
civilizaciones enumeradas. Estados Unidos no tiene ni 3 siglos como
Estado-Nación. Rusia apenas lleva 20 años como nuevo Estado-Nación. China,
Japón e India hacen gala de su capacidad de adaptación y siguen vigentes,
mientras Europa y sus países miembros decaen y los países suramericanos y
africanos seguimos siendo tratados como subordinados.
Lo
que sí es claro y evidente, es que los poderes recientes nos han conducido a un
nivel de desarrollo y de progreso que ha puesto en riesgo la capacidad de la
naturaleza para seguirnos albergando y prodigando con generosidad sus otrora
abundantes recursos.
En
época de los hidrocarburos nace el concepto de basura, y se hace más
contundente el poder asociar a la noción de progreso, con la noción y el costo
de la destrucción.
No
somos nada y para colmo, nuestra existencia mortal es efímera. Es necesario
estudiar y repasar la historia para que podamos entender nuestra verdadera
dimensión y el peso que realmente tenemos en la historia de la evolución de la
especie dominante, que hoy llamamos humanidad.