jueves, 24 de septiembre de 2020

Verdades y mentiras en El Nule

Coronel John Marulanda
Por John Marulanda*

Desde hace cerca de 40 años El Nula, municipio de Páez, Táchira, se perfiló como un eventual “foco”, de los que promovió el Che Guevara en los sesentas, con los aplausos de Regis Debray, un intelectual francés casado con una venezolana. Existe una relación histórica entre los municipios Páez y La Victoria, en Venezuela, y Saravena y Arauquita, en Colombia. Allí, dicen que ahora ELN y FARC andan coordinados y tutorados por Miraflores, usufructuando narcotráfico, minería ilegal, extorsión y ordeño de las arcas fiscales, con la complicidad de políticos y funcionarios corruptos o intimidados. Lo sucedido el fin de semana pasado, siembra serias dudas sobre las reales dinámicas en desarrollo en esta región limítrofe, las que podrían estar dándose en otros sectores de la larga y compleja frontera colombo-venezolana.

Un primer informe del CICPC del Táchira, el mismo sábado de la ocurrencia, relaciona el intento de captura de un cabecilla del frente 10 de las FARC, acción que terminó con dos oficiales y dos suboficiales de las FANB muertos y varios soldados heridos. Dice ese relatorio que, en el operativo, en el cual participó personalmente un general, se decomisaron 2 fusiles y 2 pistolas, datos confirmados por el director de la ONG Fundaredes, Javier Tarazona. Anuncia el supuesto reporte que 15 guerrilleros fueron dados de baja en la maniobra. Cualquiera entenderá que las cuentas no cuadran, pues si se recuperaron solamente 2 fusiles y dos pistolas, quedarían 11 muertos sin armamento. Caso pulpito para cualquier agencia fiscal o de DDHH. Además, Sebastiana Barraez, bien informada en asuntos militares venezolanos, dijo que había presencia de rusos en el sitio de los acontecimientos.

El lunes, el comunicado oficial firmado por el general Padrino, reportó 4 militares muertos, varios uniformados heridos, la neutralización de 3 campamentos de un “grupo ilegal colombiano”, sin especificar, y la detención de 5 terroristas, a quienes se les incautaron cinco fusiles y dos pistolas, explosivos y material logístico. No aparecen bajas del otro lado, pero sí tres fusiles más.

El día anterior a este golpe, el ELN activó un camión cargado de cilindros bombas frente a la base militar de Arauquita y durante la semana realizó 7 atentados contra el oleoducto Cañolimón-Coveñas en Arauquita, Saravena y Bojabá, al frente de El Nula. Esta intensa actividad armada, ¿distracción?, ocurre justo cuando el gobierno de US ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por alias “el Puerco”, cabecilla responsable del narcotráfico cuyas ganancias debe enviar a sus jefes del ELN en Venezuela. Norte de Santander, también ofrece una recompensa de unos 13 mil dólares por este narco eleno.

Esta región binacional (Táchira y Apure, Catatumbo y Arauca), está interconectada con el suroriente fronterizo (Bolívar y Amazonas, Guainía y Guaviare) en donde el ELN, con patente de Caracas, impone el orden en el arco minero a punta de matanzas, como la de Tumeremo en marzo de 2016 e inclusive enfrenta a la GNB, como en noviembre del 2018, cuando alias Garganta, fue “equivocadamente” capturado en Picatonal, estado Amazonas, y los elenos reaccionaron asesinando tres guardias e hiriendo a 10. En ese territorio, las FARC de alias Gentil Duarte, se mueven con mucha mayor fluidez que las FARC de alias Iván Márquez.

Eso de que son grupos armados ilegales que “provienen de territorio colombino donde se desplazan con absoluta impunidad y la aquiescencia del gobierno y las fuerzas militares de ese país en permanente conspiración contra Venezuela”, es una inane monodia. Al contrario, es válido preguntarse cómo 600 hombres neutralizaron tres campamentos, murieron 4 soldados y solo hay cinco detenidos. Además, ¿rusos operando militarmente en la frontera?

En Arauca las hipótesis con mayor fuerza son: a) que se trata de un ajuste de cuentas pues alias Fernel de la décima cuadrilla de las FARC, y supuesto objetivo del operativo, no entrega dineros de secuestros y narco y, ordenado desde Caracas, de paso, se le hace un favor a Iván Márquez debilitando a alias Duarte; y b) que fue una “entrega” del ELN para ganar mayor confianza con las FANB y ejercer mayor control autonómico en la región de El Nula.

Después de 6 días y tres comunicados oficiales, solo quedan cuatro militares muertos, nueve uniformados heridos, cinco civiles detenidos, armamento largo y material logístico confiscados. Todo confuso y vago, como en el caso del ridículo intento de desembarco en Macuto, en mayo pasado.

Las sustentadas y frecuentes denuncias de cobijo y colaboración del gobierno de Maduro con las FARC y el ELN, la actual lucha a muerte entre alias Iván Márquez, huésped de Miraflores y alias Gentil Duarte, jefe de alias Fernel y el sistemático fortalecimiento del ELN con el apoyo de Cuba, apunta a que una eventual dinámica retaliatoria FARC Duarte - FARC Márquez - ELN, derive a un panorama oscuro para la Seguridad Nacional fronteriza de ambos países, asunto de valor geoestratégico.