domingo, 27 de septiembre de 2020

Solicitud de convocatoria

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo*

El twittee de Fajardo, pidiéndole al presidente convocar a todas las fuerzas políticas para detener la violencia, me parece atinado y oportuno. Yo creo que hay muchas fuerzas políticas que se pueden poner de acuerdo, para evitar que las fuerzas oscuras, que son minoría, sigan logrando sus cometidos y destruyendo al país.

Sería muy bueno que, por Twitter, de frente al país, se fueran manifestando las fuerzas políticas, frente a esta propuesta, para que el presidente pueda armar rápidamente el grupo, con los representantes de cada partido y movimiento político, que atenderían esta convocatoria.

Por Twitter, de frente al país, también podrían proponer los temas a tratar en la reunión o reuniones correspondientes, para que el presidente pueda priorizarlos.

Si en 8 días, los sectores políticos, bajo la dirección del presidente, fuesen capaces de ponerse de acuerdo en los representantes que participarían y en los temas que tratarían, sería muy esperanzador para el país.

Si lograran ponerse de acuerdo en algunos pocos temas fundamentales, de aplicación inmediata, utilizando las herramientas constitucionales y legales existentes, se podría ganar mucho terreno; seguramente, habrá temas que tendrán que plasmarse en decretos gubernamentales y en leyes de la República, en materias en que supuestamente todos estén de acuerdo.

El solo hecho de hacer el ejercicio, podría representar avances en bajarle un poco el tono a la polarización, en tratar de recuperar confianza, en hacerle frente a los violentos y en darle prioridad al interés general sobre el interés particular.

De esta reunión podría salir algún pacto que permita evitar que la violencia se siga apoderando del país.

Esta pandemia, está dejando muy maltrecha a nuestra economía formal, la que genera impuestos y empleos, la que es fácilmente contabilizable; a su vez está fortaleciendo la economía ilegal e informal, que genera empleos, pero no genera impuestos y no es fácil de contabilizar.

Entre más desconcierto e inestabilidad se genere en Colombia, más se estará abonando el terreno a la ilegalidad e informalidad.

El presidente es una persona ecuánime que está enfrentando una situación bien difícil, debemos rodearlo y si se lograran rápidos acuerdos ente una buena mayoría de fuerzas políticas, consultando siempre el interés general, con menos polarización y más acción, seguro que la unidad nos hará más fuertes para salir adelante en tan difíciles momentos.

Que nuestro señor Jesucristo ilumine a nuestros políticos y puedan juntarse, por lo menos, los que estén verdaderamente de acuerdo con que a Colombia hay que sacarla adelante, para los colombianos.