Por Santiago Cossio*
Las normas y leyes deben cambiar cuando cambian
las costumbres sociales o hay cambios tecnológicos significativos que amenazan
el ordenamiento jurídico. Hoy tenemos cantidad de muestras en avances
tecnológicos como la inteligencia artificial y el machine learning.
Si pusiéramos a un robot a ver televisión
colombiana y a que aprendiera lo que viera, podríamos decir: "hemos creado
un monstruo". La inteligencia artificial sin ética y normatividad puede
tener consecuencias nefastas para el mismo ser humano y la película de los años
80 "Terminator" puede pasar de ser una cinta de ficción, a una
cruel realidad.
La cinta de ficción "Terminator"
hace alusión a una sociedad que descarga todo en la tecnología y deja todo a
merced de los robots:
" En el año 2029, después de devastar la Tierra y esclavizar a la humanidad, las máquinas, gobernadas por la inteligencia artificial conocida como Skynet, están a punto de perder la guerra contra la resistencia humana liderada por John Connor. Frente a esa situación, las máquinas entienden que asesinar a John Connor en el presente sería irrelevante, dado que ya ha conducido a la resistencia humana a la victoria. Por lo tanto, Skynet elabora su estrategia decidiendo eliminar al líder enemigo antes de que nazca. Para ello envía al año 1984 a un Terminator T-800 modelo Cyberdyne 101, un cíborg exterminador (Arnold Schwarzenegger), a través de una máquina del tiempo, con la misión de exterminar a Sarah Connor (Linda Hamilton), madre de John, antes de que sea concebido".
El robot o bueno, la robot "Sofía" ha
sido presentada en el seno de la ONU ante cantidad de jefes de Estado y
mandatarios que la reciben como un logro tecnológico y hablan con ella como si tuviera
vida propia. Con el machine learning podría aprender las cosas malas de
los seres humanos y volverse una maquina con sed de poder y dominio que más
tarde sería un problema económico, social y cultural, pero especialmente sería
un problema jurídico.
Es hora de que los gobiernos del planeta y los
estudiosos de las ciencias jurídicas se anticipen al futuro y elaboren la
normatividad en inteligencia artificial y las nuevas tecnologías que ya son una
realidad y así podamos convivir entre humanos y máquinas en los próximos años.