viernes, 28 de agosto de 2020

Decálogo para la paz en el país soñado

José Leonardo Rincón Contreras

Por José Leonardo Rincón, S. J.*

El reconocido politólogo, hoy emérito profesor de la Universidad Nacional, Eduardo Pizarro Leongómez, publicó en El Tiempo en días pasados un lúcido artículo en el que esencialmente invita a la Comisión de la Verdad a que más que hacer memoria del pasado con señalamientos de culpables de lado y lado, haga una proyección de un futuro reconciliado donde las lecciones aprendidas nos convoquen a todos a construir en paz el país soñado. Por respeto con su autor y porque considero sensatas y brillantes sus propuestas, las transcribo literalmente:

“1. La izquierda jamás volverá a utilizar las armas como un recurso para intentar acceder al poder. Solo las vías constitucionales son legítimas.

2. El monopolio de las armas es un patrimonio del Estado y de sus FF. AA.: nunca más aceptarán que grupos privados, promovidos por agentes estatales o élites regionales, ejerzan funciones de orden local o regional.

3. Nunca más ningún actor armado utilizará el secuestro (incluso bajo el eufemismo de retención) como un mecanismo de financiación, siendo como es un crimen de lesa humanidad.

4. El Estado y sus FF. AA. nunca más utilizarán como criterio de evaluación de la eficacia de sus miembros o de sus unidades el número de bajas (body count).

5. La Dirección Nacional de Inteligencia no volverá a ser una rueda suelta en el andamiaje del Estado y se definirán mecanismos claros de control institucional riguroso.

6. El cuerpo de la mujer no volverá a ser jamás un botín de guerra.

7. El uso de métodos de interrogatorio fundados en presiones físicas o psicológicas ilegales (tortura) jamás volverán a ser utilizados.

8. Las niñas, niños y adolescentes nunca más volverán a ser objeto de reclutamiento forzado.

9. Jamás los atentados contra oleoductos y pozos petroleros volverán a ocurrir, debido a su inaceptable impacto ambiental.

10. El país implementará medidas de distinto orden para reducir la pobreza urbana y rural, la desigualdad en la tenencia de la tierra y en los ingresos.”

Así las cosas, si bien es importante la memoria para que nunca más haya repetición de tantas barbaridades cometidas, se haga efectiva reparación y logremos la reconciliación, será necesario poner el énfasis más que en el espejo retrovisor que solo contribuye a mantener abiertas las heridas, a mirar hacia adelante, con esperanza, poniendo en ejecución este decálogo. ¿Qué opinan?