martes, 18 de febrero de 2020

De cara al porvenir: otras obras


Pedro Juan González Carvajal*

Pedro Juan González Carvajal
La que debería ser la obra vial más importante del país, pues une las dos principales ciudades, la capital, Bogotá, y la segunda ciudad, Medellín, iniciada en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, es decir, hace 50 años, es por ahora un buen intento y un proyecto eterno.

El trayecto El Santuario - Caño Alegre en Puerto Boyacá de 135 Kilómetros sigue siendo de dos carriles y genera un doble embudo de acuerdo con el sentido en el que se tome, afectado de manera permanente por las fallas que se presentan en Cocorná, San Luis y San Francisco, que ocasionan deslizamientos con los subsecuentes taponamientos en la vía.

El territorio antioqueño es agreste y quebrado y en algunos lugares presenta unas fallas estructurales especiales que cada cuanto ocasionan enormes derrumbes que impiden el paso vehicular, acaban con el concepto de eficiencia logística y generan enormes pérdidas económicas. La Frisolera, Ventanas, El Pital y La India en la vía a la costa, y Camilo C y Fredonia en el Suroeste, son ejemplos palmarios de que hay que buscar alternativas de rutas o aprovechar las actuales experiencias para trabajar con viaductos y túneles.

No podemos pensar en trasladar o trastear a Antioquia, pues tenemos que domar la naturaleza, lo cual siempre ha sido difícil, o buscar nuevas maneras de enfrentar estos desafíos.

Insisto en la posibilidad de estudiar una alternativa aérea, teniendo como epicentro al aeropuerto Enrique Olaya Herrera de Medellín, como nodo central de una red de aeropuertos subregionales con operación 24 horas para garantizar movilidad permanente al interior del territorio antioqueño. Si tenemos 9 subregiones, pues la idea es contar con un aeropuerto en cada subregión dispuesto para la operación diurna y nocturna.

¿Por qué no? Si seguimos pensando y actuando con las lógicas presentes, pues seguiremos teniendo un departamento centralista y desconectado, que sentencia de un todo y por todo el desarrollo desde lo local, tal como lo advertía el Planea desde hace ya varios lustros.

Así como tenemos una estrategia alrededor de un Sistema Integrado de Transporte para la capital Antioqueña, ¿por qué no pensar en un Sistema Integrado de Transporte Departamental? El mundo actual exige variedad de modos de transporte, y para el Sistema Integrado de Transporte Departamental podría pensarse en aprovechar los desatrazos y desarrollos de las vías 4G, la reconstrucción y construcción de la red férrea departamental, las rutas de transporte intermunicipal y la red aérea de interconexión, sin dejar a un lado la posibilidad de explorar la quimera del transporte fluvial organizado, donde obviamente sea factible.

Hoy por hoy recordamos los “dorados años 20” del siglo anterior. Hoy 100 años después, estamos más atrasados en infraestructura que muchas ciudades y países de ese remoto pasado y parece que no nos diéramos cuenta, o ni dimensionáramos la complejidad y la gravedad del asunto. Hace 150 años, en 1870, se inició la construcción del Puente de Brooklyn terminado en 1883 y todavía hoy se encuentra en pleno  funcionamiento, pues por eso hay que pensar en grande, a diferencia de nuestro bellísimo Puente de Occidente construido por José María Villa entre 1887 y 1895 y que hoy solo sirve para actividades turísticas. Por otro lado, los Metros en el mundo tienen muchísimos años: Londres 1890. Budapest 1896. Glasgow 1896. Boston 1897. Chicago 1897. París 1900. Berlín 1902. Atenas 1904. New York 1904. Filadelfia 1907, por no mencionar sino estos. Añoramos además la navegabilidad sobre el Río Magdalena, que era una realidad hace 100 años y hoy es solo una ilusión.

Maravillosos los logros que hemos obtenido y desarrollado en Medellín. Capitalicemos todas estas experiencias exitosas y en su proporción, aprovechémoslas para beneficio de todo el territorio antioqueño. De otra manera, seguir hablando de igualdad, equidad y desarrollo territorial, seguirá siendo una simple babosada y un discurso político y empresarial simplón que nos anclará en el pasado.

NOTA: es importante definir mediante cuál estrategia se ha de iluminar la vía Las Palmas entre Sancho Paisa y la Glorieta al Aeropuerto en Llanogrande, mientras se logra tener la doble calzada. Hay que reconocer que hoy es una vía bien mantenida en cuanto a asfalto y señalización sobre el pavimento, pero también es importante resaltar que es una vía alterna muy importante para ser empleada por los usuarios del aeropuerto, y hoy es una vía estrecha, oscura y peligrosa para la conducción nocturna.