miércoles, 22 de enero de 2020

... ¡Y con el rancho ardiendo...!


Por José Alvear Sanín*

José Alvear Sanín
El amable lector no necesita argumentos acerca de la preservación del orden público de cuyo disfrute depende todo en la vida social, política y económica…

La serie de perlas que vamos a ensartar nos hace exclamar ¡Colombia, país único!

1. Pocos días antes de salir del gobierno, Santos firmó una Resolución que prácticamente le impide a la fuerza pública defenderse cuando es atacada.

2. El nuevo gobierno “acató” esa Resolución, a pesar de estar desde el principio sometido a una “resistencia” permanente para forzar su caída, con una interminable serie de paros, huelgas y mingas, donde se verá a los agentes del orden heroicamente pasivos…

3. Bien advertido de los efectos desestabilizadores de las asonadas en Ecuador y Chile, el gobierno colombiano, en vísperas de un paro nacional subversivo y bien anunciado, en vez de prepararse, anunció la desmilitarización de Bogotá; y el presidente transfirió sus indelegables facultades en materia de orden público, a los alcaldes…

4. Como era previsible, el 21N causó enorme desorden y grandes destrozos, pero no se retiraron las facultades inconstitucionalmente delegadas en los alcaldes, a sabiendas de que el 1° de enero de 2020 se posesionarían agentes de la revolución en las alcaldías de Bogotá y Cali, y en Medellín un individuo ambiguo (¿petrista, expetrista o futuro petrista?, vaya uno a saber).

5. El gobierno, respetuoso de la “legítima protesta social”, acepta un interminable “diálogo nacional”, para discutir centenares de propuestas absurdas, una de las más insistentes, ¡la eliminación del Esmad!

6. El señor procurador general de la Nación, en enero de 2020, usurpando funciones, prohíbe al Esmad el uso de determinadas armas. ¿Habrá en el futuro que consultar con esta raposa jurídica las especificaciones de los armamentos y las condiciones para su uso? En todo caso, el doctor Carrillo accede así indirectamente a la exigencia de la “mesa de negociación” al gobierno para que se elimine el Esmad.

7. La flamante señora alcalde de Bogotá establece una novedosa política, única en el mundo, para el tratamiento de la protesta, de la cual ella fue abanderada en noviembre. Su “protocolo” ordena:

7.1.Que inicialmente los manifestantes contarán con la participación de las “madres gestoras de paz”, para tratar de “resolver la situación”. (No se sabe si las “madres gestoras de paz” son las de los manifestantes o las de los demás… ¿o será que se va a crear una nueva y copiosa burocracia de “madres” especializadas en la paz?)

7.2. Si la cosa avanza, intervendrán los “gestores de convivencia”, para “tratar de mediar” (¿Significará esto la creación de otra nueva burocracia especializada?)

7.3. Si se pasa a mayores, intervendrá la policía, pero únicamente con “escudos y bastones”.

En todas estas fases, los manifestantes contarán con el acompañamiento de la Veeduría, la Personería y la Procuraduría (Supongo que no se pondrá inconveniente alguno para que intervengan las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o la Iglesia…), pero si todo fracasa, entonces se llamará a Esmad, si todavía existe.

8. Pocas horas después de esta clara e inequívoca invitación de la Alcaldía al desorden, algunas docenas de estudiantes armaron un bochinche en Bogotá… y la señora alcalde (¿fascista?) llamó al Esmad, saltándose todas las fases de su goyenesco-mockusiano protocolo, actuación que le mereció inesperadas felicitaciones, y la censura de Petro.

9. A continuación, el doctor Petro, presunto examigo de Claudia Nayibe, convocó a todas “sus asambleas municipales de la Colombia Humana” a continuar la resistencia con movilizaciones a partir de enero 21, que ya se están preparando.

***

P. ¿Hay chuzadas buenas?

R. Sí, las que ilegalmente y durante largos meses, a sabiendas, realiza la Corte Suprema contra Álvaro Uribe. Las demás sí son delito…