martes, 7 de enero de 2020

De cara al porvenir: lista de Navidad


Por Pedro Juan González Carvajal*

Pedro Juan González Carvajal
Como ciudadano medellinense quisiera que el nuevo alcalde, entre sus múltiples ideas, iniciativas y proyectos, considerara las siguientes inquietudes, independientemente al cumplimiento de su obligación constitucional de garantizar el acceso a los derechos básicos a los cuales cualquier colombiano tiene derecho, así como al trabajo articulado con la Gobernación de Antioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá: dotar a Medellín de un verdadero Centro de Espectáculos. Convertir el velódromo actual en un velódromo con características internacionales con pista de madera y completamente cubierto. Modernizar el Estadio Atanasio Girardot. Continuar con los programas de reforestación con énfasis en las laderas de todo el Valle de Aburrá en asocio con el Área Metropolitana y EPM, retomando el Plan Siembra que contempla 11 millones de árboles nativos.

Garantizar que el 100% de todos los medellinenses tenga acceso a los servicios públicos básicos. Aumentar los espacios públicos y no permitir que ninguna luminaria del alumbrado público no esté funcionando. Darle continuidad al trabajo de construcción y reconstrucción de aceras, andenes y separadores. Dotar a la ciudad de una señalización amplia y generosa para facilitar la ubicación y la señalización de las calles para prevenir la accidentalidad.

Poner a funcionar todas las fuentes de la ciudad. Abrir espacios para vías en aquellos lugares de habitación que han crecido sin planificación alguna para evitar la existencia de guetos y fronteras invisibles. Hacerle mantenimiento al cauce de la quebrada Santa Elena. Ser implacable con quienes deterioren el medio ambiente, derramen desechos en el Río Medellín y afecten la calidad del aire de cualquier manera.

Establecer una estrategia de formalización económica para aquellas actividades económicas informales. Impulsar la construcción de los puertos secos con sus respectivas zonas francas en Bello y Caldas como mitigador a la congestión causada por grandes camiones que recorren el Valle de Aburrá. Promover las actividades culturales y la vida nocturna. Sacarle provecho a cada uno de los convenios de Hermanamiento existentes con otras ciudades del mundo. Impulsar el crecimiento continuo del Metro en líneas nuevas. Exigir que se le coloque techo a las escaleras y corredores de ingreso al Metro que no se hacen dizque por motivos de seguridad y costo.

Tratamiento especial a los animales callejeros. Construir bahías donde se pueda parar que la bajada o subida de pasajeros no genere trancones. Tratar de aportar en la solución para la terminación de obras inconclusas. Parcheo total de las calles. Construir parques y escenarios deportivos. Atención integral de indigentes, desplazados y personas del rebusque en las esquinas. Continuar con el Plan de Mejoramiento del Centro de la Ciudad. Promover el reciclaje. Iluminar con generosidad la parte alta y la parte baja de todos los puentes.

Poda racional de árboles que obstaculizan la visibilidad y que además entran en contacto con redes instaladas en altura. Organizar y culminar de una vez por todas las obras faltantes de Metroplús, de pronto uno de los proyectos más traumáticos en el cual nos hemos involucrado. Impulsar el mantenimiento periódico de los cauces de ríos, y quebradas. Atención para las construcciones en las zonas de riesgo. Limar la obstrucción visual en esquinas para el mejoramiento de la seguridad vial. Promover y respaldar la red de museos de la ciudad. Continuar con los proyectos de descontaminación y dragado del Río Medellín y sus afluentes.

Ahora bien, con 3 figuras de APP bien configuradas en su período, el nuevo alcalde podría entregar al finalizar su mandato: ampliación y modernización completa del Estadio Atanasio Girardot, ampliación y modernización completa del Velódromo Martín Emilio “Cochise” Rodríguez y construir un moderno y adecuado centro de espectáculos como con el que cuenta hoy Bogotá bajo esta figura.

Entendiendo las nuevas realidades, se podría también pensar en reorientar el uso de la Plaza de Toros La Macarena, tal como lo hicieron, por ejemplo, en Barcelona, donde la convirtieron en un centro comercial, al igual que la antigua Plaza de Toros de Cartagena.

Son apenas unas pocas solicitudes de Navidad.

Reflexión: es claro que el avance tecnológico en su vertiginoso desarrollo le lleva años luz a cualquier intento por mantener actualizada la legislación existente en cualquier campo. Esto nos debe llevar a replantear hoy por hoy, la posibilidad de pensar en otros mecanismos de control social, mientras hacemos el tránsito hacia el ideal que ofrece la anarquía política. Pienso que, como todas las realidades humanas, la legislación iniciada para Occidente por Licurgo, está perdiendo vigencia y que de pronto va a llegar el momento histórico de impulsar líneas de actuación moral en vez de tratar de generar leyes que de todas maneras serían extemporáneas y de vida muy corta, si es que alcanzan a sobrevivir al ímpetu del desarrollo tecnológico. La tecnología y sobre todo la inteligencia artificial fuerte recompondrán y redefinirán todo lo construido hasta ahora y de nosotros depende que la supremacía de las máquinas no se dé por omisión, por desconocimiento o por soberbia.