Por Pedro Juan González Carvajal*
Como ciudadano medellinense quisiera que el nuevo alcalde,
entre sus múltiples ideas, iniciativas y proyectos, considerara las siguientes
inquietudes, independientemente al cumplimiento de su obligación constitucional
de garantizar el acceso a los derechos básicos a los cuales cualquier
colombiano tiene derecho, así como al trabajo articulado con la Gobernación de
Antioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá: dotar a Medellín de un
verdadero Centro de Espectáculos. Convertir el velódromo actual en un velódromo
con características internacionales con pista de madera y completamente
cubierto. Modernizar el Estadio Atanasio Girardot. Continuar con los programas
de reforestación con énfasis en las laderas de todo el Valle de Aburrá en
asocio con el Área Metropolitana y EPM, retomando el Plan Siembra que contempla
11 millones de árboles nativos.
Garantizar que el 100% de todos los medellinenses tenga
acceso a los servicios públicos básicos. Aumentar los espacios públicos y no
permitir que ninguna luminaria del alumbrado público no esté funcionando. Darle
continuidad al trabajo de construcción y reconstrucción de aceras, andenes y
separadores. Dotar a la ciudad de una señalización amplia y generosa para
facilitar la ubicación y la señalización de las calles para prevenir la
accidentalidad.
Poner a funcionar todas las fuentes de la ciudad. Abrir
espacios para vías en aquellos lugares de habitación que han crecido sin
planificación alguna para evitar la existencia de guetos y fronteras
invisibles. Hacerle mantenimiento al cauce de la quebrada Santa Elena. Ser implacable
con quienes deterioren el medio ambiente, derramen desechos en el Río Medellín y
afecten la calidad del aire de cualquier manera.
Establecer una estrategia de formalización económica para
aquellas actividades económicas informales. Impulsar la construcción de los
puertos secos con sus respectivas zonas francas en Bello y Caldas como
mitigador a la congestión causada por grandes camiones que recorren el Valle de
Aburrá. Promover las actividades culturales y la vida nocturna. Sacarle
provecho a cada uno de los convenios de Hermanamiento existentes con otras
ciudades del mundo. Impulsar el crecimiento continuo del Metro en líneas
nuevas. Exigir que se le coloque techo a las escaleras y corredores de ingreso
al Metro que no se hacen dizque por motivos de seguridad y costo.
Tratamiento especial a los animales callejeros. Construir
bahías donde se pueda parar que la bajada o subida de pasajeros no genere
trancones. Tratar de aportar en la solución para la terminación de obras
inconclusas. Parcheo total de las calles. Construir parques y escenarios
deportivos. Atención integral de indigentes, desplazados y personas del
rebusque en las esquinas. Continuar con el Plan de Mejoramiento del Centro de
la Ciudad. Promover el reciclaje. Iluminar con generosidad la parte alta y la
parte baja de todos los puentes.
Poda racional de árboles que obstaculizan la visibilidad
y que además entran en contacto con redes instaladas en altura. Organizar y
culminar de una vez por todas las obras faltantes de Metroplús, de pronto uno
de los proyectos más traumáticos en el cual nos hemos involucrado. Impulsar el
mantenimiento periódico de los cauces de ríos, y quebradas. Atención para las
construcciones en las zonas de riesgo. Limar la obstrucción visual en esquinas
para el mejoramiento de la seguridad vial. Promover y respaldar la red de museos
de la ciudad. Continuar con los proyectos de descontaminación y dragado del Río
Medellín y sus afluentes.
Ahora bien, con 3 figuras de APP bien configuradas en su
período, el nuevo alcalde podría entregar al finalizar su mandato: ampliación y
modernización completa del Estadio Atanasio Girardot, ampliación y
modernización completa del Velódromo Martín Emilio “Cochise” Rodríguez y
construir un moderno y adecuado centro de espectáculos como con el que cuenta
hoy Bogotá bajo esta figura.
Entendiendo las nuevas realidades, se podría también
pensar en reorientar el uso de la Plaza de Toros La Macarena, tal como lo hicieron,
por ejemplo, en Barcelona, donde la convirtieron en un centro comercial, al
igual que la antigua Plaza de Toros de Cartagena.
Son apenas unas pocas solicitudes de Navidad.
Reflexión: es claro que el avance tecnológico en su
vertiginoso desarrollo le lleva años luz a cualquier intento por mantener
actualizada la legislación existente en cualquier campo. Esto nos debe llevar a
replantear hoy por hoy, la posibilidad de pensar en otros mecanismos de control
social, mientras hacemos el tránsito hacia el ideal que ofrece la anarquía
política. Pienso que, como todas las realidades humanas, la legislación
iniciada para Occidente por Licurgo, está perdiendo vigencia y que de pronto va
a llegar el momento histórico de impulsar líneas de actuación moral en vez de
tratar de generar leyes que de todas maneras serían extemporáneas y de vida muy
corta, si es que alcanzan a sobrevivir al ímpetu del desarrollo tecnológico. La
tecnología y sobre todo la inteligencia artificial fuerte recompondrán y
redefinirán todo lo construido hasta ahora y de nosotros depende que la
supremacía de las máquinas no se dé por omisión, por desconocimiento o por
soberbia.